LOS GRIEGOS EN EL CIELO
Esta antigua civilización ubicó en el cielo para siempre héroes, dioses y seres mitológicos con los que explicaban el origen del mundo en mitos y leyendas y lo hicieron a través de agrupaciones de estrellas que formaron barrios estelares llamados constelaciones. Éstas servían a los griegos de calendario que los guiaba para indicarles el mejor momento para cultivar.
CORONA BOREALIS
Es una constelación pequeña que alcanza su máximo brillo durante la medianoche de mediados de mayo. Como forma un círculo incompleto de estrellas los antiguos árabes la llamaban la constelación “El plato roto”. Los griegos sostenían que esa corona es la que había llevado Ariadna en su casamiento con Dionisio, dios del vino.
Ariadna, hija de Minos, rey de Creta, se enamoró de Teseo, el ateniense que se atrevió a enfrentarse a su padre para impedir que su pueblo sacrifique cada año siete doncellas y siete hombres jóvenes en manos del Minotauro, un ser mitológico, mitad toro mitad humano que se alimentaba de carne humana. Para hacerlo debió ingresar al laberinto en el cual la bestia permanecía encerrada. La joven se enamoró del apuesto y valiente guerrero y le entregó un ovillo mágico que le serviría para poder salir de aquel lugar. Después de una terrible lucha el joven logra matarlo con la espada de su padre y evitar a partir de allí que la gente de su pueblo continúe siendo sacrificada.
Al partir hacia Atenas, Ariadna lo acompañó, sin embargo durante el viaje el dios Dionisio los vio, se enamora de la princesa y se la lleva para casarse.