Miedo
Me bailan los dientes al ritmo del miedo,
me punza aguda cuando tomo aliento,
y suena la catástrofe cuando sueltan la boquilla
y acaba en liso, sin volumen, mi cuerpo.
Bajos de guitarra me atormentan la mente,
y no sé si duele más mi ida, que mi vida.
Me acurruco, me cubre la fría manta
que me esconde, mas no protege.
Y ahora qué.
Llevo horas hablándome,
y me creo cobarde.
Y es que me sueño en estas noches fúnebres,
¿Quién es el valiente?
¿El que se queda aunque ya nada sea,
o el que se va queriendo quedarse?
Igual llevan toda la vida confundiéndome
y dar la cara no es sino una forma de provocar que te la rompan.
Primero decidí quedarme.
Por ti, por tu chispa saltona acunándome
los frágiles inicios y entonces bajo la nuca,
dispuesta a ser disparada por uno de tus besos.
[ qué más da bala que beso si con ninguno saldré ileso.
Pero luego me persiguen las sombras.
Por no verte brillar.
Por crear oscuridad.
Por mirarte la cara y ver que no estás ya.
¿ Y es que dime, quién es el valiente ahora;
el que te besa o el que se calla?
Tras echarte de menos,
decido irme.
Siento que me olvido algo en tu cajón,
y rezo porque no lo devuelvas el día que lo encuentres.
Ya me quedaste rota, déjame que la vida me quiera (en) partida.
MIEDO
Laura Suero (colaboración)