Revista EntreClases Mayo 2018 | Page 38

El funcionamiento integrado del sistema nervioso se basa en la recepción de estímulos, transmitir esa información en forma de impulso nervioso a través de sus fibras nerviosas, procesarla y elaborar una respuesta adecuada ante dicho estímulo para transmitirla a los efectores. En segundo lugar, el funcionamiento del sistema endocrino se basa en, ante determinados estímulos, segregar hormonas a través de glándulas con el objetivo de regular procesos fisiológicos del organismo.

Para llevar a cabo este funcionamiento, se precisan de varios componentes. En primer lugar, los estímulos, que se definen como cambios externos o internos. Estos estímulos son captados por estructuras, llamadas receptores, que a su vez podemos diferenciar distintos tipos de receptores. Según su situación encontramos exterorreceptores (órganos de los sentidos) e interorreceptores; y según la naturaleza del estímulo que captan diferenciamos mecanorreceptores (Oído y piel), Termorreceptores, como los corpúsculos de Krause (Captan el frío) y los corpúsculos de Ruffini (Captan el calor); Fotorreceptores (Ojo) y quimiorreceptores (Papilas gustativas y Pituitaria amarilla). Desde estos receptores parten fibras nerviosas que transmitirán la información, se procesa, se integra y se elabora una respuesta. Esta es transmitida por medio de fibras nerviosas a los efectores para que se lleve a cabo la acción.

Al estar en reposo, la neurona se encuentra polarizada (diferencia de concentraciones entre el medio y el interior) pero al llegar un estímulo, este actuará en la membrana de la neurona incrementando su permeabilidad, de tal manera que los iones de Na+ tenderán a entrar, y los iones de K+ a salir. Al finalizar la transmisión, la neurona deberá polarizarse de nuevo. Para ello, presentan las bombas sodio-potasio que, en contra de gradiente de concentración, vuelven a la normalidad a la neurona (en estado de reposo).

En animales invertebrados, según el grupo observamos ciertas diferencias. Cnidarios presentan una red difusa, se caracteriza por la ausencia de órganos nerviosos de control, pero poseen órganos sensoriales para el equilibrio y ocelos para captar la luz. Platelmintos y Nematodos presentan un sistema nervioso cordal caracterizado por su localización en la zona ventral y por estar formado por ganglios (conjunto de somas) y cordones nerviosos (conjunto de axones). Poseen receptores tanto químicos como mecánicos en la epidermis. Moluscos, al igual que anélidos y artrópodos, presenta un sistema nervioso ganglionar escaleriforme. Poseen tres ganglios cerebroides conectados por fibras nerviosas situadas alrededor del esófago (anillo periesofágico) del que parten un par de cordones nerviosos que inervan el resto del organismo. Poseen estatocistos, encargados del equilibrio del animal, fotorreceptores y receptores químicos y mecánicos. Anélidos poseen dos ganglios cerebroides unidos que se continúan en una cadena ganglionar ventral formada por fusión de los pares de ganglios en cada metámero. Poseen mecanorreceptores, quimiorreceptores y fotorreceptores. En artrópodos aparecen 3 ganglios cerebrales muy desarrollados que inervan ojos, órganos olfativos, antenas y piezas bucales. Poseen ojos simples, como las arañas; u ojos compuestos para tener más ángulo de visión. Por último, Equinodermos poseen un anillo nervioso alrededor del esófago (anillo periesofágico).

El sistema neuroendocrino