Enroque San Luis Revista Digital de Ajedrez - 3ª Edición | Page 31

Tras encuentros de gran tensión en los que venció sucesivamente a sus ex compañeros Petrosian, Polugaievsky, y Spassky, mostrando siempre un alto nivel de juego, llegó por fin el encuentro por el título mundial disputado en Baguio (Filipinas) en 1978 entre Karpov y Korchnoi. Fue un hito en la historia del ajedrez por sus implicancias políticas. Sin duda, Viktor dio síntomas claros de paranoia a lo largo del encuentro. Pero varios documentos desclasificados tras la caída de la Unión Soviética le daban en parte la razón. Sin contar con el apoyo masivo de la maquinaria soviética que sostenía al campeón, mientras Korchnoi debía pagar de su bolsillo a sus escasos ayudantes, uno de los cuales fue el gran maestro argentino Oscar Panno. El primero que ganara seis partidas sería declarado ganador. Parecía inminente el triunfo de Karpov cuando se colocó en ventaja 5 a 2, pero allí surgieron todas las cualidades de Korchnoi, que en un alarde de energía emparejó el match 5 a 5. Allí Karpov reaccionó con frialdad, pidió un día libre, jugó con precisión la última partida y se adjudicó el match. Viktor estaba exhausto. Todavía fue capaz, tres años después, a los 50 años, de volver a ser el retador de Karpov, luego de superar otra vez a Petrosian, Polugaievsky, y Hubner. Una hazaña teniendo en cuenta que hoy los contendores por la corona mundial tienen alrededor de 25 años. Pero esta vez Karpov estaba en su cénit y 31