El último grito El último grito | Page 15

Cuando llegaron a la estación de policía, entra- ron al salón de los criminales. El oficial Fuentes em- pezó a hacer preguntas a Carlos. -¿Has extrañado a Pablo? -Ni un pedo. -Pablo me había dicho que vos conoces a la fami- lia Gallego. ¿Es así? -No, él los conoce. -¿Entonces cómo supiste el nombre de María? -Escuché sus conversaciones. -Bueno, no voy a hablar mucho porque Pablo ya me dijo todo. Hoy a la noche habrá un juicio y ahora te llevaré a la cárcel con tu amigo. Mientras, María estaba hablando consigo. -¡Gracias Dios! ¡Muchísimas gracias! -¡Hola María! Ya llegué. ¿Cómo está Marcos? -Bien, está durmiendo. ¿Cómo te fue? Dijiste que volverías a la noche. -Bien. Ya está resuelto el problema, solamente falta el último juicio. Veremos cuántos años se que- dará en la cárcel. El juicio empezó a las seis de la tarde. Allí, esta- ban presentes las mismas personas menos el oficial Gutiérrez y el doctor Florencio. El corte habló. -Carlos Rojas. Vos además de participar en el ase- sinato de la familia Gallego, vos asesinaste a dos doctores en el hospital, a dos doctores en el micro de