El último grito El último grito | Page 14

María la apagó y el oficial siguió hablando. -Volveré a la noche. Cuando el oficial Fuentes salió de casa, Marcos empezó a gritar de vuelta. María intentó tranquili- zarle, pero no logró. María ya había entendido, si Marcos grita tan alto, significa que hay un peligro para ellos. Directamente, María llamó al oficial Fuen- tes. -¡El asesino está en la casa! El oficial Fuentes llegó como un rayo y vio un micro de ambulancia en la entrada. Se fijó por la ven- tana rota pero no le encontró y decidió entrar. El be- bé empezó a gritar aún más fuerte. El oficial subió al dormitorio de María y le encontró a Carlos en frente de la puerta. -¡Arma al piso!—gritó el oficial Fuentes. -Ni te lo sueñes. Marcos gritó tan fuerte que Carlos se tuvo que alejar de la puerta y se acercó más al oficial. Directa- mente quiso disparar, pero no tenía balas. -Creo que no tenía que matar a los doctores. El oficial Fuentes le arrestó y sacó lo que tenía en sus bolsillos. Tenía solamente el celular de Alberto casi roto, apenas funcionando y una estatua Swarovs- ki rota. Antes de salir, el oficial Fuentes dijo. -Ya vuelvo María, le arresté a Carlos.