El nacimiento de nuestro país | Page 5

A causa de la derrota de Napoleón, volví junto con la restauración de las monarquías absolutas en Europa, dejando solo dos opciones para la revolución rio platense: o me aceptaban a mí, y solo a mí; o se declaraban formalmente independientes.

Cuando volví al trono, el proceso revolucionario del virreinato Rioplatense y todo lo relacionado con mi vuelta a mi hogar: significó la perdida de vínculos nuestros con las ahora llamadas, Provincias Unidas del Río de la Plata. Demostró una perdida, bastante grande de dinero y poder, junto con una desventaja con Londres, con quien tenía una rivalidad.

Carlota, mi querida hermana, dirigió a todos los centros de la monarquía española en América a un manifiesto en el cual exponía sus pretensiones a la regencia del trono vacante, en calidad de fiel depositaria y defensora de mis derechos.

La Junta de Sevilla fue, quizá un movimiento muy bueno, si hubiese estado calculado; proponía que se gobernara bajo mi nombre las colonias Americanas.

La exclusión de la fórmula de juramento de fidelidad hacia mí, fue la primera medida tomada por la Asamblea del año XIII.

Mi imagen fue remplazada por los símbolos patrios, como el Escudo y el Himno Nacional; ese 25 de mayo se decretó como fecha festiva.