Tras hacerse cargo el general José de San Martín de los ejércitos que pretendían liberar a Perú, la estrategia de la guerra cambió. San Martín quería atacar Lima a través del Pacífico. Esta decisión dejó a la guerrilla del Alto Perú en condiciones muy precarias. Mi marido y yo vivimos momentos extremadamente críticos, tanto que mis cuatro hijos mayores murieron de hambre.
Poco tiempo después, estaba esperando a mi quinto hijo. Había quedado viuda tras la muerte de mi marido en la batalla de Villar (14 de Septiembre de 1816). El cuerpo de mi marido fue colgado por los realistas. Me hallaba en una situación desesperada: sola, embarazada y con los ejércitos realistas controlando eficazmente el territorio. Estaba pasando por un momento terrible en mi vida.
Tras la proclamación de la independencia de Bolivia en 1825, intente en numerosas ocasiones que el gobierno de la nueva nación me devolvieran mis bienes para poder regresar a mi ciudad natal, pero no lo conseguí.
Solo quiero que la gente reconociera el valor, la ayuda y los servicios que he presentado a mi país.
Solo quiero que la gente reconociera el valor, la ayuda y los servicios que he presentado a mi país.