El libro de la verdad y de la vida El libro de la verdad y de la vida | Page 90

E L LIBRO DE LA VERDAD Y DE LA VIDA favorece el desarrollo de vitamina D, pero con la exposi- ción que se recibe, a través de la cara o los brazos, es más que suficiente para generar la vitamina necesaria y todo lo demás entra en el terreno de lo mítico y de las modas pa- sajeras. Lo cierto es que la piel necesita una protección conti- nuada frente a las radiaciones solares, salvo en casos excep- cionales, y exponerse al sol como fin último resulta un error. Además, el remedio a algunas enfermedades no es necesariamente el sol, sino el calor, que es otro de sus efec- tos. Por lo tanto, la exposición al sol como fin y con el cuerpo semidesnudo debería ser descartada de las prácti- cas sociales y también de las recomendaciones médicas, porque, aparte de la indefensión que la piel tiene sin la ropa, hay otro efecto añadido causado por el sol, que es su envejecimiento prematuro. La verdadera causa de la mitificación de tomar el sol tuvo su origen en el hecho de que, a principios del siglo XX, se tendió a asociar el tono moreno de la piel con un mayor nivel económico y, por lo tanto, conseguir ese tono se convirtió en un objetivo prioritario para amplias capas sociales. La explicación es sencilla, y es que, antes de la revo- lución industrial, el color moreno se asociaba a la pobreza y al trabajo en el campo, pero, con la industrialización, los obreros pasaron a trabajar en fábricas y talleres al resguardo del sol. Es entonces cuando el tono moreno pasó a consi- derarse símbolo de tiempo libre y de nivel económico alto. Lo lamentable es que los médicos se dejaron llevar por esta moda y condescendieron en una mitificación de la ex- posición al sol subestimando el riesgo que supone y es que, 90