El libro de la verdad y de la vida El libro de la verdad y de la vida | Page 110

E L LIBRO DE LA VERDAD Y DE LA VIDA alguien para poder optar a un órgano; a los fallecidos se les debe dejar seguir su camino sin trabas y los vivos deben so- lucionar sus problemas sin recurrir a los cadáveres de los que ya no están entre nosotros. LAS TRANSFUSIONES En cambio, la cuestión de las transfusiones es distinta, porque la sangre es un bien recuperable. Una persona que hace una donación puede recuperar en poco tiempo el fluido sanguíneo, por lo que no se pueden considerar estas donaciones como un trasplante de órganos. Sin embargo, las personas deberían ser celosas con este tema y no acep- tar donar su sangre hasta que los gobiernos exijan a cada ciudadano la obligación de hacer una donación a cambio de optar a recibir otra. No es lógico que una persona esté haciendo donaciones con fines altruistas, sin recibir nada a cambio, y otras estén recibiendo sangre con frecuencia y se nieguen a donar. Eso es una contradicción y una in- genuidad por parte de los donantes; es correcto ayudar, pero también exigiendo justicia al Estado en aquellas cuestiones que corresponda. Para ello, se podría crear una cartilla de donantes por la cual solo aquellas personas que hubieran hecho una donación la tendrían y solo en- tonces podrían optar a recibir la sangre procedente de esas reservas. EL ORIGEN DE LAS ENFERMEDADES En realidad, el origen de las enfermedades está en la ma- yoría de los casos en la terquedad de las personas que no 110