¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente al mundo del tatuaje?
En cuanto tatué por primera vez
una piel humana, fue tan buena la
sensación, que lo vi todo claro, entonces empecé a invertir mi tiempo
y dinero en los mejores materiales
para llevar a cabo mi aprendizaje
en este oficio tan maravilloso.
¿Cómo empezaste?
Como todos, tatuando frutas, orejas de cerdo y pieles sintéticas,
después llegaron los amigos de
confianza, y desde entonces no he
parado ni un día.
¿Cuál fue el primer tatuaje que hiciste?
La primera vez que tatué piel humana fue un repaso de un viejo tatuaje, en la pierna de mi chica, así
todo quedaba en casa, jejeje...
¿Qué proceso sigues desde el momento que alguien decide ponerse
en tus manos?
Lo más importante es tener claro
que esto no es un juego, y por mi
parte, no perder el respeto que se
merece cada tatuaje, por pequeño
que sea. Teniendo esto claro, todo
va sobre ruedas, hablamos, estudiamos la idea de cada uno y le
sacamos el máximo partido posible intentando hacer de cada tatuaje, un tatuaje único.
¿Has hecho algún tatuaje que tenga detrás una historia que merezca ser contada?
Todos los tatuajes tienen una historia detrás, pero últimamente he