El Corán y el Termotanque | Sexto número Año 2, número 6 | Page 14

RETÓRICA

Por Jeremías Walter Ilustra Gabriel Keppl

A

las cinco de la tarde los párpados me pesan y ya no hay nada que hacer , ni clientes que atender , ni botellas que cargar , ni pisos que barrer , ni solitario por resolver , mi viejo sumando por cuarta vez los mismos veinte números de las veinte ventas que hubo un martes de fin de mes , como si pasar la birome una y otra vez , dibujando tinta sobre tinta sobre números engordados a fuerza de tozudez , como si eso fuera a engordar el mismo infame resultado , que con esto no pago el gas , que con esto no pago la luz , que mañana viene cocacola , y afuera hace calor , y la gente que no come o tal vez se sienta indiferente de su hambre o apura una evolución hacia la anemia , la abulia , el grado cero del deseo , que mastica , saborea y digiere , tal vez , otras cosas , decisiones , tal vez , que no se tomaron o no se van a animar a , y las decisiones a medias siempre mantuvieron ocupado al estómago , porque somos de algún modo rumiantes del tal vez , pensaba , cuando Tribilín entra por la puerta , apagando el cigarrillo antes de cruzar el umbral , pero regalándonos el humo que acaba de regurgitar , de no digerir , ni rumiar , como si no pudiera dejar afuera todo de golpe , porque dejar de a poquito es mejor , aunque yo creo que lo que quiere es dejarnos algo de su miseria , de compartirnos el desecho , la leche muerta de su lujuria por un humo que me resulta repugnante y que a mi viejo le debe molestar , porque hace tres años que no fuma , aunque cada tanto se mete un cigarrillo apagado en la boca y lo chupa como un bebé chupa una teta seca , y que como dijo Nietzsche , le digo , los remordimientos de conciencia son una cosa asquerosa , casi tanto como fumar , pero sigue sumando , saluda a Tribilín casi sin levantar la vista , qué hijos de puta , las entradas de Tribilín pocas veces comenzaban sin un insulto , le arrebataron la cartera a la vieja que se mudó al lado de la bicicletería , podés creer , y su pregunta era retórica , porque en verdad no le interesaba saber si podíamos o no creerlo , ni siquiera le interesaba nuestra opinión del hecho en sí además de la calidad de creíble o no del mismo , ¿ sabés qué hay que hacer con estos ?, de nuevo la retórica , porque él sabe , casi siempre , qué hay que hacer , y si no lo sabe , no le interesa saber si los demás saben , dice que a estos habría que meterlos en centros para descargar la violencia , y que se tenían que llamar Centros de Descarga de Violencia , porque Tribilín sabe pero no imagina , es fácil , dice , separando sus dedos taxonómicamente , a todos los choros , pungas , asesinos y violadores , y yo estoy seguro de que debe tener la categorización de delincuentes y subdelincuentes anotada en uno de esos cuadernos de papeles que son amarillos como sus dientes y siempre anda transportando , vaya uno a saber con qué objeto , entonces a estos los metés presos , pero como con eso no alcanza , además de tenerlos en cana , una vez cada semana , o un par de veces , eso habría que definirlo , dice , como si el resto de la propuesta ya estuviera en marcha , o discutida al menos , quizás lleva
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