El Corán y el Termotanque | Segundo número | Page 7
El Corán y el Termotanque
todo mal, que se mezcló todo? Qué la parió». Y arrancan:
«Hay un fantasma que está recorriendo toda Euro…».
Como era de esperarse, no querían arrancar. O sí, pero por
otro lado. Parecía que uno le decía al otro: «Y… yo quiero
arrancar por tu boca, contarte todo. O por tu espalda y removerte el cabello, agarrarlo y poseerte, ser suave y agresivo a la
vez… Yo quiero arrancar por tus lunares, tus manchas en la piel
o tus pecas… Y yo quiero arrancar por tu cicatriz, por tu signo
distintivo… O por tu panza, que tanta ternura me provoca…
O con tu palabra, que me sacude, me conmueve, me enoja, me
despoja de razones y me consagra a la contemplación».
El simulacro quedó en las fotocopias y en el mate, en el
timbre fallido, en la vereda equívoca, en los textos que faltan.
Nadie aquí ha hablado de amor. Sólo fronteras trasgredidas,
territorios de límites difusos, cuerpos confundidos, agobiados,
extenuados de placer. La pasión viene en cuerpo jovial, alegre,
mocetón, finamente delineado. Las manos de mecánico, los
dedos regordetes, la muñeca frágil. Los vellos del antebrazo,
la marca de la raspadura eterna de la infancia, las huellas de las
vacunas, el lunar próximo a la boca, la verruga cerca de la oreja.
Que Marcos no venga. Que los gastos se hagan cargo de
ellos mismos.
Los temas de sobrecama: política, literatura, aborto, pizzas
y empanadas, profesores bochos y cargos ñoquis. Y hasta se
puede esbozar cierto tópico atravesado en su concepción por
el vocabulario académico: «Límites del sistema de alumnado:
hacia una nueva reconceptualización de la burocracia facultativa. Un estudio de caso: la inserción del ñoqui en el contexto
de acomodo». De estudio, ni hablar. Bien, gracias.
– Al final, no creo que lleguemos.
– Tenés razón. Se va a complicar abarcar todo. De todos
modos, creo que ya llegué adonde quería.
– ¿Ah, sí? ¿Se puede dar alguna referencia?
– No, por ahora. Para septiembre, sinceramente, no podemos preparar el examen.
– ¡Qué macana!
– No es macana. Es otra cosa, ya vas a entender. En diciembre la tiramos.
Y le pasa el brazo por sobre su cuello y lleva su cabeza al
pecho. Y allí se duermen, hasta el próximo turno...
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