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la lectura elastica
maria
barbara govan - talent madrid - Xabi Garmilla
Shakti Olaizola es la joven contorsionista vasca con la compartimos
el pass pass de este mes, una artista que se dedicaba a la danza y a las
artes plásticas hasta que el circo se cruzó en su vida. Su segundo espectáculo Irakurriz recibió la beca de Pirineos de Circo 2013 para realizar la residencia en el espacio de La Grainerie de Toulouse. Shakti
nos cuenta cómo fue el proceso de creación, sus nuevos retos y algo de sí
misma en esta entrevista.
¿Cómo comenzaste en el mundo del circo?
Hace unos 8 años, cuando era estudiante de Bellas Artes en Bilbao, descubrí que en el barrio de Rekalde daban clases de acrobacias y otras disciplinas en el centro social Kukutza Gaztetxea. Desde pequeña siempre había hecho algo de danza, pero el circo me resultó bastante más
divertido y emocionante en ese momento y dejé la danza un poco de lado.
Lo que en un principio me resultaba divertido pronto se iba a convertir
en una pasión por seguir aprendiendo y jugar con el límite. Empecé a
dedicarle cada vez más tiempo hasta que decidí finalmente preparar el
primer numerito. Comenzaron a salir proyectos con más gente y empecé
a soñar con que el circo fuese mi forma de vida. Y así, poco a poco, pasó
de ser un hobby a ser una profesión.
La contorsión es una de las técnicas menos habituales dentro
del circo… ¿cuándo decidiste especializarte en ella?
Cuando empecé a formarme en verticales y acrobacia de dúo hacía mis
intentos de contorsionarme. Parecía que tenia cierta flexibilidad natural
en la espalda e intentaba probar alguna figura que había visto. Pero esto
me hacía sufrir bastantes dolores de espalda y sin conseguir grandes resultados. Pero poco después comencé a recibir clases con Ane Miren,
la que ha sido mi maestra de la contorsión. Por fin podía aprender a doblarme sin que me doliera, y no solo eso sino que, con la técnica que utiliza Ane Miren, me doblaba más aún y sin “dolor” alguno. A pesar de lo
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