El camino hacia la nueva era | Page 85

tados internacionales la injerencia de unas razas en los asuntos de las otras, además la sede de las nacio- nes unidas sería rotatoria y habría una en cada conti- nente y zona racial, de modo que cambiaría de lugar cada cinco años aproximadamente, además se aban- donaría el discriminatorio derecho de veto que se implantó tras la guerra mundial de modo que el voto sería por mayoría. En lo que se refiere al control de las armas nucleares ya no se consideraría lícito que aquellos países que posean estas armas se crean en el derecho a invadir aquellos países que deseen tenerlas para impedírselo, pues lo lógico y justo sería crear unas leyes internacionales que establezcan que en las mis- más circunstancias todos los países que las cumplan puedan acceder a ellas sin coacciones, pues después de la segunda guerra mundial más que controlar la proliferación de estas armas lo que se hizo fue crear un monopolio de ellas por parte de los países vence- dores de dicha guerra, lo cual se utilizó como excusa para la invasión de Irak y la imposición de sanciones a Irán, sin embargo los estados unidos se apresuraron a proveer de estas armas a sus aliados Francia, Ingla- terra o Israel ¿ Es que acaso a los habitantes de estos países se les debe considerar personas con derecho a vivir pero a los árabes no? Usando dos varas de medir es imposible traer la paz, porque al final lo que aquí se decide es quien ostenta la supremacía del mundo y es evidente que quien posee armas nucleares tiene ventaja con respecto a quien no las tiene en cualquier nego- ciación política. No es que este mal tratar de evitar la