El camino hacia la nueva era | Page 83

arrollo lo habitual fue seguir manteniendo la tradicio- nal separación entre razas, lo cual siempre se había considerado de buen gusto, pero esto tenía un in- conveniente y es que si se aceptaba o consentía la presencia y convivencia de forma permanente de per- sonas de distintas razas en el mismo territorio se podía dar lugar a una situación de injusticia social. El pro- blema era que por un lado el gobierno quería que los negros se mantuvieran separados de los blancos a efectos prácticos, pero que al mismo tiempo convi- vieran con ellos en las mismas ciudades y territorios para servirse de su trabajo. Esto desde mi punto de vista es una práctica esclavista y despreciable seme- jante al sistema de castas de la India, esta fue la causa de que los movimientos por la liberación racial llevarán a cabo sus protestas. Aquellos que lucharon por estos derechos como Martin luther King o Lyndon B. John- son solo consiguieron una victoria amarga, pues igua- lar los derechos legales de todos los ciudadanos solo resolvió el problema a medias, la única manera de reconocer estos derechos de forma completa sería mediante la entrega de tierras a cada una de las razas en proporción a su número de habitantes con el fin de crear un estado independiente para cada una de ellas, en lugar de eso se fomentó el enfrentamiento entre los ciudadanos permitiendo el acceso fácil a las armas. Pero es que la frivolidad de algunos gobiernos como Estados unidos y Francia resulta llamativa, pues promulgan de forma pública el rechazo a las medidas discriminatorias pero al mismo tiempo úti-