arrollo lo habitual fue seguir manteniendo la tradicio-
nal separación entre razas, lo cual siempre se había
considerado de buen gusto, pero esto tenía un in-
conveniente y es que si se aceptaba o consentía la
presencia y convivencia de forma permanente de per-
sonas de distintas razas en el mismo territorio se podía
dar lugar a una situación de injusticia social. El pro-
blema era que por un lado el gobierno quería que los
negros se mantuvieran separados de los blancos a
efectos prácticos, pero que al mismo tiempo convi-
vieran con ellos en las mismas ciudades y territorios
para servirse de su trabajo. Esto desde mi punto de
vista es una práctica esclavista y despreciable seme-
jante al sistema de castas de la India, esta fue la causa
de que los movimientos por la liberación racial llevarán
a cabo sus protestas. Aquellos que lucharon por estos
derechos como Martin luther King o Lyndon B. John-
son solo consiguieron una victoria amarga, pues igua-
lar los derechos legales de todos los ciudadanos solo
resolvió el problema a medias, la única manera de
reconocer estos derechos de forma completa sería
mediante la entrega de tierras a cada una de las razas
en proporción a su número de habitantes con el fin
de crear un estado independiente para cada una de
ellas, en lugar de eso se fomentó el enfrentamiento
entre los ciudadanos permitiendo el acceso fácil a las
armas.
Pero es que la frivolidad de algunos gobiernos
como Estados unidos y Francia resulta llamativa,
pues promulgan de forma pública el rechazo a las
medidas discriminatorias pero al mismo tiempo úti-