El camino hacia la nueva era | Page 80

sin mezclarse cada una de sus razas, la gente se escan- daliza sin darse cuenta de que es la misma cuestión. El problema es que se tiende a relacionar esto con la pasada guerra mundial, pero hay que tener en cuenta que se pueden defender los valores culturales y raciales propios sin que eso signifique despreciar los ajenos. La sociedad tiene que aprender a valorar cada cuestión por separado y no caer en el error de simplificar demasiado las cosas. En cuanto a la idea de la superioridad racial, en mi opinión lo correcto es decir que hay unas razas más evolucionadas que otras, pues la definición de supe- rioridad puede interpretarse como que una raza tuviera una posición de ventaja sobre las demás, lo cual no tiene por qué ser así. En realidad todas las razas po- seen prácticamente las mismas cualidades como por ejemplo la inteligencia, donde sí se marcan las dife- rencias es en la cuestión estética, la causa de ello son las diferencias climáticas que existen en la tierra. La especie humana se tuvo que adaptar a ellas principalmente en su aspecto exterior, por ello quie- nes vivían en África se adaptaron adquiriendo una tez oscura y los rasgos de la cara más dilatados, quie- nes vivían en Asia se adaptaron modificando sus párpados hasta tenerlos casi cerrados y adquiriendo una personalidad más nerviosa, esta fue una adapta- ción genética hereditaria que protegía a unos del calor extremo y a otros del frío intenso, la raza que po- dríamos denominar Europea fue la única que adqui- rió los valores genéticos ideales, pues debido a la existencia allí de un clima más suave los rasgos esté-