ellos, esto les lleva a ser aún más canallas hasta el
punto de fingir una buena conducta con el resto de la
sociedad y guardarse lo peor para su familia, estos
hombres son bombas en potencia por su adición al
maltrato y cuando se les separa de sus víctimas sien-
ten una gran furia al faltarles de repente la persona en
la que reflejan su maldad. Sabiendo el gobierno que
sus vidas corren peligro por estar amenazadas de
muerte y con orden de alejamiento, es inexplicable
no las provea de los medios de defensa necesarios.
Sería fácil instalar brazaletes señalizadores a quien las
amenaza que alerten a la policía si se acercan a ellas, o
darles otros medios de autodefensa, quebrantar una
orden de alejamiento debería suponer la cárcel de
forma automática, porque no es lógico que sean los
inocentes quienes teman a quien les amenaza, son los
criminales quienes deben temer a la ley.
EL ABORTO
La cuestión que de verdad importa en el tema del
aborto no es si se debe de permitir o no, sino más bien
si los costes de tal práctica deben estar pagados por el
estado o por los interesados, la razón es muy simple
y es que el estado debe de proteger la vida como ac-
titud esencial, por lo tanto es correcto que para res-
petar la libertad de elección no se interponga si alguien
quiere abortar, pero siempre y cuando sea en los mo-
mentos inmediatamente posteriores al embarazo,