más placer se obtiene, esta creencia es un grave error
pues el riesgo y el placer no tienen por qué estar rela-
cionados. Esta creencia se da sobre todo en personas
con una personalidad inmadura, como por ejemplo
en el caso de los alpinistas. Ese empeño de escalar
montañas provocando un riesgo para sus vidas to-
talmente injustificado no tiene razón de ser, pero lo
más lamentable es que existan gobiernos que lo fi-
nancian sin importarles lo más mínimo lo insensato e
innecesario de tal empresa, en la vida no se puede evi-
tar que exista un cierto grado de riesgo en las activida-
des que se realizan, pero buscar el peligro de forma
deliberada es un error además de una falta de respeto
hacia aquellos que nos trajeron al mundo.
LA SEXUALIDAD EN GRECIA
Durante los años de esplendor en Grecia sobre el
año 500 a.C., los filósofos empezaron a considerar la
figura humana como una obra de arte en sí misma
con independencia del sexo al que se perteneciese, es
decir, se reconocía que el hombre era un ser bello y
agraciado por la naturaleza. Posteriormente se pensó
que si el hombre era bello, ¿por qué no considerar
lógico la práctica homosexual entre seres del mismo
sexo? En mi opinión, esa fue una interpretación de-
formada de la realidad, seguramente impulsada por
algún líder político o filósofo con ese tipo de orien-
tación sexual. Lo cierto es que tanto el hombre co-
mo el resto de seres vivos son obras de arte de la-