cierto, no tiene por qué ser así necesariamente, pues
un hombre puede encontrar la verdad a través de su
propia búsqueda, puede encontrar la inspiración por
su propio esfuerzo, es como si a través de las nubes
de tormenta viera la luz clara que le marca el camino,
y para conseguirlo no es necesario más que su propio
empeño, pues al fin y al cabo la correcta definición
de Dios es la luz de la verdad y quien descubre la ver-
dad descubre a Dios. Uno puede llegar a ella por sí
mismo o a través de la ayuda de otros, pero no tiene
por qué ser así necesariamente, por eso cuando se ha-
bla de seres divinos, lo correcto es decir seres con
ideas divinas, pues un hombre es limitado, lo divino
es la verdad que nos transmite.
LA NATURALEZA DEL ESPÍRITU
Otra pregunta habitual es ¿por qué si tenemos un
espíritu que tiene vida eterna, no podemos recordar
nada sobre él o nuestras vidas pasadas? La respuesta
es muy sencilla, porque del mismo modo que cuando
nos acostamos nos pasamos toda la noche soñando y
sin embargo apenas podemos recordar nada de lo que
hemos soñado, pues lo mismo ocurre con el espíritu.
Lo cierto es que son formas de memoria diferentes,
durante los sueños no recordamos que solo son sue-
ños ni lo que hicimos con anterioridad, y al levantar-
nos por la mañana tampoco recordamos lo que so-
ñamos en la mayoría de las ocasiones, porque la me-
moria funciona en distintas frecuencias y cada una
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