tecimientos habituales de la vida como para que le
sea posible concentrarse en su trabajo, pues la filosofía
a diferencia de las restantes ciencias requiere de una
cierta soledad para poder ser desarrollada, y en reali-
dad conseguir esto no es tan sencillo, por eso es una
ciencia poco evolucionada. Con esto no pretendo
decir que para poder desarrollar una idea filosófica sea
imprescindible distanciarse del resto de la gente, o
que esto le impida tener familia, solo quiero afirmar
que la profundidad y eficacia de una reflexión es
proporcional al grado de concentración que se tenga
cuando se analice. Pero tampoco es buena la soledad
absoluta, pues una cierta alternancia en las tareas dia-
rias ayuda a la meditación, de todas formas siempre se
puede encontrar un sitio para cada cosa a lo largo de
la vida.
El segundo factor es la suerte, porque sin un poco
de casualidad sería difícil para un hombre reunir todas
las circunstancias necesarias para conseguir resu-
ltados en una ciencia tan compleja como es la filoso-
fía, un hombre puede tener un gran talento, pero si
para poder sobrevivir tiene que estar ocupado gran
parte de su tiempo en otras tareas, tampoco podrá
dedicarse a esta función.
El tercer factor es la inteligencia, pues sin inteligen-
cia de nada servirían los anteriores factores, porque el
filósofo, aunque se denomine de tal forma, no con-
seguiría ningún resultado en sus investigaciones si ca-
rece de ella, y en mi opinión, son muchos más los es-
critores sin talento que los que lo tienen y no siempre
se reconoce el trabajo de quien lo merece. En rea-
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