todo engañan a quienes no están dispuestos a aceptar
la existencia de seres superiores a ellos y solo los acep-
tarían si los presentan como seres vulgares y malvados.
No se dan cuenta que es su vanidad y su propio
ego lo que les hace pensar así, cuando piensan en ellos
de esa manera lo que en realidad recuerdan es su pro-
pia imagen reflejada en el espejo, no comprenden
que si los extraterrestres hubieran querido invadir la
tierra lo hubieran hecho hace miles de años cuando
el mundo estaba aún muy atrasado, creo que algo
más se puede esperar de la evolución.
También existen los que niegan la existencia de los
extraterrestres diciendo que en tal caso ya se habrían
manifestado abiertamente a nosotros, pero el motivo
de que no lo hagan es simple y es que no consideran
a los habitantes de este mundo como interlocutores
válidos para hablar con ellos, es decir que la tierra está
todavía inmersa en un gran proceso de evolución y sus
numerosos prejuicios impiden el contacto de igual a
igual, por ello lo prudente es esperar a que este mundo
concluya su evolución, interviniendo mientras tanto
de forma indirecta, hay que tener en cuenta que los
valores que rigen en la actualidad es el mero interés
por el poder y el dinero, sin embargo las sociedades
evolucionadas consideran lo primero la dignidad y la
ética.
También hay quien afirma que de existir los extra-
terrestres los gobiernos de la tierra ya lo habrían con-
firmado, pero la verdadera razón de que no lo hagan
es la simple vergüenza, pues resulta bastante embara-
54