El camino hacia la nueva era | Page 33

uismo, pues en ellas se da una explicación bastante aceptable sobre cómo puede ser la vida en el más allá y es la creencia en la reencarnación. Esta creencia consiste en que el espíritu verdadero depositario de la vida es eterno, y pasa por la vida a través de la re- encarnación, primero en las distintas formas anima- les y luego evoluciona hasta la forma humana. Sin embargo, no considero correcta la creencia ex- tendida entre ellos que tras llegar un espíritu a reen- carnarse en la forma humana pueda volver a la forma animal en función de cuales sean sus actos morales en esta vida. La explicación es muy simple y es que el hecho de que nuestro comportamiento sea más o menos acertado, no se tiene por qué relacionar con volver a una forma animal, pues los errores cometi- dos en la forma humana es en esta forma donde se deben corregir y no hay necesidad de relacionar una cosa con la otra. Otra conducta que considero completamente re- probable, es la costumbre entre los lamas del Tíbet de elegir a sus cargos entre los niños de forma dirigi- da, afirmando que esos niños son la reencarnación de los antiguos líderes religiosos, porque aunque tal co- sa fuera cierta, eso no tiene por qué suponer ninguna ventaja sobre los demás candidatos al puesto, y si realmente tienen alguna virtud que les permita desta- car del resto, que lo demuestren en una competencia pacífica y democrática para conseguir tal puesto de poder. Creo que en este caso lo que se busca real- mente es condicionar el rumbo de esos futuros diri- gentes controlándoles desde su niñez, porque los