EL BOLCHEVISMO DE MOISÉS A LENIN - DITRICH ECKART EL BOLCHEVISMO DE MOISÉS A LENIN - DITRICH ECKART | Page 23

¡Nada de revisiones, por favor! La cosa se pondría fea en tal caso. ¡Adieu, señores míos! Eso era todo lo que los judíos demandaban, si bien dos décadas después le bastó al pedazo de mangante de Cremieux (67) para dejar caer de forma fulminante desde la tribuna parlamentaria que él y Montefiore habían desmontado esa monstruosa calumnia ante el tribunal de Mehmet Alí. Pudo permitirse tal cosa con tanta facilidad como que las actas oficiales del proceso desaparecieron poco después. Uno no es ministro en vano. Por fortuna todavía contamos con otros informes, transmitidos por testigos oculares, y cartas con las que no pudieron hacerse. Y esto es lo que importa». «Evidentemente, Mehmet Alí no fue tan malo como para eso» –afirmé como quien no quiere la cosa-, «pero lo que sí que fue es tan repugnante bicho como para poner a merced de las ansias de venganza judías al Pachá que había dirigido la investigación sobre el asesinato ritual, sin el menor escrúpulo. Lo mandó ejecutar con un pretexto cualquiera (68) . Me parece que la expresión de Werner Sombart hace al caso también en relación a Turquía (69) : judío y Príncipe marchan de la mano a través de los siglos como Mefistófeles y Fausto». «Hasta que el Príncipe se extravía en el camino –dijo Hitler inclinando la cabeza en señal de aprobación-. A eso se ha llegado actualmente. Y José lloró largo tiempo. En el caso de nuestros monarcas, con pocas excepciones, las cosas nunca marcharon bien. Ninguno llegó a nada positivo sin judíos. Incluso el más íntegro de ellos, Federico el Grande, tuvo sus tres como cómplices, el Efraim, el Moses Isaac y el Daniel Itzig (70) . ¿Que ello no tuvo la menor influencia? Te digo que una sola polaina judía y el aire ya está contaminado. ¿Y por qué andaba metido el judío en todo esto, pues? La cosa iba del dinero, por descontado; pero sólo porque le reportaba influencia, porque le reportaba poder. Y conseguía esa influencia y ese poder. En ese mismo momento o a la postre. Quien cae en su trampa acaba viendo menoscabadas sus fuerzas. En ese mismo momento o a la postre. Como tal, su infamia queda descolorida conforme va esmaltándose con la confianza del pueblo. Eso le conviene, eso es lo que quiere: así se choteaban los prusianos de las monedas falsas de Federico el Grande: Por fuera Federico, por dentro Efraim. Cuando el Rey murió, la ingratitud se deshizo en imprecaciones sobre el severo régimen. La prensa judía efectuó un buen trabajo entre líneas. El pensamiento de Estado de Federico único fue socavado junto a su memoria. A partir de aquí la cosa progresó de forma fulminante, desde la emancipación judía bajo Federico Guillermo III (71) , pasando por el marxismo judío bajo el Kaiser Guillermo I, hasta llegar a la Revolución judía bajo Guillermo II. “La Bolsa ha ganado una influencia tal en nuestros días que está en condiciones de llamar al campo de batalla a las fuerzas armadas en defensa de sus intereses”, escribió el viejo Moltke en su “Historia de la guerra franco-alemana”. El fiel monárquico no dejó establecida cuál era la causa de que ello ocurriera así». «Para acabar dejando a cada cual en la bendita dicha de su criterio», recalqué, «más valdría no haber insinuado nada. Lo que había tras ese supuesto inexpresado era una auténtica orientación política, unas firmes creencias, nada de un misericordioso fariseismo. Ese distingo tendría que haber sido expresamente enunciado. Al quedar subyaciendo de forma latente, la religión de los cambistas tiene todas las de ganar. Cristo no fue tan tolerante. Derribó, látigo en ristre, los cachivaches de los hijos del diablo. No obstante su propio dicho de “amarás a tus enemigos”». 21