#EFECTOSOTO 3ª EDICIÓN EFECTO SOTO T2017/2018 | Page 39

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El final de ese partido nos dejó imágenes impactantes. El árbitro del partido, Pierluigi Collina intentando levantar a los hundidos jugadores del Bayern para poder continuar el encuentro, mientras los ingleses celebraban un triunfo inimaginable solo unos minutos antes. 

En otra ocasión casi legendaria, el corredor Eric Liddell tomó parte en una competición entre Escocia, Inglaterra e Irlanda en Julio de 1923.

Participó en la carrera de 440 yardas y en los primeros momentos cayó al suelo, perdiendo la estela del resto de los competidores. Liddell se levantó y corrió como si su vida dependiera de ello. El "escocés volador" fue recuperando la ventaja de sus rivales hasta conseguir llegar a la meta en primer lugar derrumbándose exhausto al romper la cinta.

El que fuera posteriormente campeón olímpico en París 1924 corría con la cabeza para atrás y la boca abierta, dando siempre la sensación agónica que hacía más emotivas sus victorias al modo que después lo hicieran Zatopek o Radcliffe. Esta carrera, así como su historia fue narrada por la magnífica película Carros De Fuego dirigida por Hugh Hudson y con la inmortal música de Vangelis.

Quizás podemos pensar que son ejemplos extremos. Pues no nos vamos tan lejos. Nuestro propio equipo se sobrepuso a unas cuantas adversidades en la temporada pasada para llegar al objetivo. El partido que se consiguió empatar ante Unami en los dos últimos minutos o, sobre todo, cuando en el partido de vuelta del Play Off por el ascenso el equipo supo levantar la cabeza y el ánimo para reponerse de un 3-0 en contra y con nuestra portera Helen lesionada con un dedo roto para conseguir el objetivo final del ascenso.

Estas cosas suceden muy de vez en cuando pero siempre hay que perseguirlas, lo que no es justificable es rendirse, bajar los brazos y esperar el final. Hemos empezado de modo dubitativo, aún estamos en puestos de descenso. Pero, como dice siempre nuestra Murchi “hasta el rabo, todo es toro”. De algo estoy seguro, nuestro equipo peleará mientras haya tiempo y fuerzas para conseguir nuestros objetivos. Puede que no lleguemos, pero si dejamos de empujar seguro que no lo alcanzaremos.

Ya sabemos que rendirse nunca es una opción.