Don Bosco Magazine | Page 9

Página 9 V OL U M E N 1 , N º 1 compartiendo todo con él. Fue un padre, un modelo, una persona que marcó mi vida y mis horizontes para siempre. DBM: Dicen que le llamaba cariñosamente “La Regla viviente”… ¿Por qué? MG: Jajaja, exageraciones de Don Bosco. Decía que yo era tan cumplidor de las normas de nuestra Congregación y de nuestra casa que si alguien tenía alguna duda de qué hacer en algún momento, bastaba con mirarme para saber qué decía la regla. Una exageración. Es verdad que siempre he sido un hombre muy disciplinado y que en los Salesianos encontré el sentido de mi vida, pero Don Bosco siempre exageraba conmigo. DBM: ¿Cómo se sintió cuando Don Bosco murió? MG: Fueron momentos muy duros. Se pensó incluso en cerrar los Salesianos, en que los que nos habíamos hecho Salesianos, nos fuéramos con otras Congregaciones. En Roma no lo veían claro y en todas partes del Mundo hubo un momento de dolor intenso. Yo tuve que secarme las lágrimas y ponerme a trabajar. No podía dejar que todo esto que habíamos soñado juntos Don Bosco y yo muriese con él. Él no lo quería así y yo no podía traicionarle. Así que nos pusimos a la obra y en los años que estuve al frente de la Congregación, pasamos a fundar casas por todo el Mundo como soñó Don Bosco. Extendiendo las misiones salesianas de punta a punta, tal como soñó Don Bosco. DBN: Algún consejo para nuestros lectores MG: No os canséis de hacer el bien y rezad por los Misioneros, especialmente por los que más sufren. Padre Nuestro… María Auxiliadora...