Divertydoo Magazine nº4 Octubre 2017 | Page 53

En la Comunidad de Madrid

Tenemos constancia de que en muchos pueblos de la Comunidad de Madrid, mucho antes de que se empezara a hablar de la fiesta de Halloween, era costumbre pasearse en la noche del 31 de octubre, víspera de difuntos con calabazas ahuecadas e iluminadas por las calles y comer dulces, chocolate con churros y huesos de santos.

En pueblos como Ambite, Estremera, Canencia, Manzanares el Real, Loeches…se utilizaban las calabazas para adornar las casas, se vaciaban, se les ponía ojos, nariz y boca y se les introducía una vela para invocar a los espíritus. Esa noche en muchos pueblos reinaba principalmente la luz de las calabazas y el de las hogueras. También se solían utilizar calabacines, botijos y ollas.

El día de los Difuntos

Aparte de las famosas fiestas de Halloween, lejos de los zombis, mutantes, esqueletos andantes y otra gran variedad de personajes sangrientos, también podemos disfrutar de celebraciones más tradicionales y culturales.

Ya es todo un clásico la representación del Don Juan Tenorio de Zorrilla en ciudades como Alcalá de Henares, que se lleva representando desde 1984 con una gran acogida. Declarada como Fiesta de Interés Turístico Regional, es una de las representaciones al aire libre más multitudinarias de las que se realizan en España.

En Zaragoza desde hace siete años los alumnos de la Escuela de Teatro interpretan a Don Juan Tenorio con una puesta en escena austera bajo la cruz de los caídos en el cementerio de Torrero, acompañada de piezas de cuerda y piano en directo.

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