Un paraíso en Itagüí
Autor: Jesús Alberto Londoño
Bella reserva campestre y forestal con sus delicados y espaciosos jardines
adornados de flores, de bastones, lirios y maracas,
anturios, heliconias y aves del paraíso,
millares de abejas e infinidad de mariposas se deleitan con el néctar de tan
variadas. y perfumadas flores.
Aquí se respira el aire más puro que brota de los árboles
Urapanes, ceibas, guayacanes, pinos y eucaliptos.
Y los hermosos y frescos eugenios que bordean los senderos.
Hay una gran variedad de árboles frutales
Aguacate, mango, zapote, guayabos, naranjos y dulces mandarinos.
De ellos se alimentan cada día las traviesas ardillas,
Y las inigualables zarigüeyas
El hermoso parque central y la agradable sombra del Árbol de los Deseos.
Allí las tórtolas, mayos y ciriríes y alcaraván,
las garzas de pico largo anaranjado y plumas negras y azuladas
disfrutan de los insectos que viven
en sus delicados y verdes prados de ensueño.
El acogedor y pequeño parque con sus bancas es un hermoso punto de encuentro con sus deslumbrantes plantas que embellecen sus jardines
y el fascinante murmullo que produce el correr del agua de la fuente
y las más bellas iguanas que se calientan al sol, cerca de un guayacán florido.
La hermosa y maravillosa reserva natural
donde se escucha el canto de millares de aves
que felices vuelan por tan fresco espacio.
El bosque sembrado de naranjos.
Allí se cultivan las más bellas y atractivas orquídeas,
se escucha el bullicioso canto de una bandada de loras
y en las copas de los árboles,
descansan las maravillosas y coloridas guacamayas.
Agradable y apacible transcurre la vida en el Colegio Alemán.
Cada momento es un despertar a nuevas experiencias.