Cutaway Guitar Magazine | Page 7

una innovación desconocida hasta ahora en un instrumento salido de la fábrica Californiana. Los materiales son todos lo mejor de lo mejor, destacando sus maderas seleccionadas (¡qué importante es en la contribución al sonido!), con cuerpo de aliso, mástil de arce cortado transversalmente para mayor resistencia y diapasón de palosanto. El puente, la guinda del pastel Bien es sabido que en los años 50 y 60 muchos bajistas utilizaban sordinas de espuma o materiales similares que colocaban entre las cuerdas y las selletas del puente para “mutear” el sonido de las cuerdas mediante una acción de amortiguación física de la vibración. Incluso los Precision trajeron dichas sordinas durante tiempo como parte de serie del bajo, en los primeros años de fabricación. Pero claro, esto tenía un problema: o tocabas asordinado o quitabas las sordinas, porque no era plan de en mitad de un concierto, o peor en mitad de un tema, ponerse a quitar las piezas. De todo punto imposible. Decíamos que este bajo venía con sorpresa, y su puente es la sorpresa, porque es un puente fabricado para la ocasión con un mecanismo que sube o se baja en función de que queramos las cuerdas libres o con efecto “cuerdas matadas”. Al parecer, Sean Hurley tenía puesta en su bajo una pieza de espuma para conseguir este efecto, y cuando Fender y el bajista abordaron la construcción de este bajo signature, decidieron construir una solución práctica y dinámica, y la consecuencia fue este puente inédito. Es una aportación diferencial al instrumento que hará las delicias de los amantes de técnicas como el “palm mute”, logrando un asordinamiento muy estable y nivelado a lo largo de todas las notas del diapasón, de la forma más fácil posible: subir o bajar una palanquita. En cualquier momento, en medio de una canción si hace falta. Sonido vintage cien por cien No es difícil imaginar cómo suena este instrumento. Su sonido es perfectamente reconocible, es el sonido vintage que todos tenemos en la cabeza cuando hablamos de un Precision de 1961. Desgraciadamente para muchos, los precios de los instrumentos de época hacen imposible la compra, pero eso no quiere decir que no podamos tener acceso a sonar así, exactamente así. La Custom Shop de Fender, y otras marcas también, replican esos sonidos con absoluta fidelidad, y yo apuesto con cualquiera que en muchos de forma indistinguible con respecto a los originales. Cierto es que no son baratos los instrumentos Custom Shop, pero en cualquier caso hablamos de cuatro o cinco veces menos que un instrumento original, como sería el caso de un Fender Precision de 1961. este modelo y con un nivel de construcción tan alto constituye una aspiración generalizada en la vida musical de muchos enamorados del bajo. Para terminar Recuerdo que hace algunos años se publicó en Bajos y Bajistas la prueba de un Fender Precision Pino Palladino cuyo titulo era “El mejor Precision nuevo que el dinero puede comprar”, o algo parecido. Me temo que el Pino Palladino ya no es “hijo único” de la Custom Shop de Fender. Ahora tiene un hermano casi gemelo en cuanto a sonido y calidad de construcción, otro bajo para desear intensamente. Las dos grandes diferencias, que a lo mejor en lugar de ser grandes son pequeñas, son el acabado (uno “relic” y el otro “closet classic”) y el puente con mecanismo “muteador”. Y según termino de escribir estas palabras me doy cuenta de que hay algo más fuerte que desear un Pino Palladino o un Sean Hurley: desearlos los dos. Jerry Barrios Este bajo suena con una calidad que te hace sonreír inconscientemente. Es una experiencia fabulosa tocarlo, porque suena a gloria, es cómodo, agradable al tacto y respira esencia por los cuatro costados… ¡y por las cuatro cuerdas! Un Precision con cuerdas planas, con la mejor electrónica pasiva posible para BAJOS 6