Cutaway Guitar Magazine | Page 54

- Las manos manchadas de sangre inútil no conducen a ninguna parte -dijo Lucy mientras observaba el vaso entre sus finos dedos. Al final todo era una de esas pantomimas que tanto le gustaba hacer a la viciosa de Lucy, se trataba de un jugoso cóctel de Bloody Mary con dos gotitas de sangre perteneciente a algún muchacho de la ciudad. Una exquisita copia de un retrato de Juan Calvino de Tiziano adornaba la lujosa estancia. Lucy volvió a contemplar la gélida ciudad que se alzaba a lo largo de un tapiz imperial de calles con cierto aire lascivo, aquel era su nuevo hogar, un ático lleno de espacio y de luz, un espacio que le proporcionaba el poder y placer suficientes, muy cerca del lugar donde Connducci realizaba sus actividades. Bebió entre espasmos de placer el contenido de aquel vaso y volvió a acomodarse en su sofá de diosa pagana. Roy Gallup comenzó su sesión diaria de ejercicios y llaves de Krav Maga, algo muy habitual en el ex militar. 54 [B&B#31] postales eléctricas Era evidente que utilizaba esas habilidades para reducir a jóvenes a los que extraía sangre para su joven ama, todo estaba muy bien trazado y cada uno tenía su función en aquel organigrama d e perversión. El “Ridin’ The Tiger” de Gluecifer sonaba con fuerza mientras el sudoroso Gallup continuaba con sus movimientos de precisión. Lucy suspiraba desde su sofá a la vez que manoseaba y acariciaba con sus uñas la portada del disco, unas caricias que se enviciaban de manera insistente canción tras canción. De repente, un pensamiento cruzó por delante de ella, un pensamiento que se desvaneció de manera instantánea dejando una especie de aura luciferina, un aura espesa como la sangre oxigenada de algún joven. Sus ardores febriles eran pertinaces, un ardor compuesto de deseo, de incesante deseo por conseguir todo aquello que se proponía. Toni Garrido Vidal