La musicalidad de las 3 bandas
de ecualización es superior,
demostrando que este previo ha
mejorado mucho con respecto a
la versión anterior. Como para mí
los bajos Fender son la esencia, el
sonido fundamental que un bajista
siempre debe llevar bajo el brazo
(además de otros a veces), ligeros
toques de ecualización fueron
suficientes para coger músculo sin
perder un ápice de la referencia
Precision con un poco de Jazz Bass.
O si lo preferimos, Jazz Bass con
pegada de Precision. Ciertamente,
un previo estupendo donde es fácil
encontrar lo que se busca, o mejor
dicho, lo que se necesita.
Conclusiones
Por supuesto, me imagino que a
estas alturas tendréis claro que
el American Elite Precision es un
bajo para tocar de todo, y todo con
máxima garantía de buen sonido, con
absoluta generosidad de frecuencias
y, por su condición de Precision, con
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bajos
pegada y empuje desde abajo, como
debe ser.
Y así mismo me imagino que llegados
hasta aquí a nadie se le escapa ya
que, aunque este instrumento no
esté fabricado por la Custom Shop,
perfectamente merecería estarlo.
Decíamos al principio de estas líneas
que la segmentación es algo básico
en gamas de productos de una
misma marca, y el posicionamiento
del American Elite Precision es la
antesala de la Custom Shop, pero por
decisión estratégica de la marca y,
supongo, también porque el proceso
de producción difiere en cuanto a
lugar y método, para nada por el
resultado. La Custom Shop de Fender
se ha ido inclinando de forma clara
hacia los instrumentos de inspiración
vintage en el último lustro, relicados
o no, y salvo encargos directos, no
suele contemplar los bajos activos
o de corte más moderno. Por eso,
la serie American Elite es la gama
más alta de Fender en producción
masiva, y la más alta igualmente
en bajos activos. Su denominación
la excluye de la Custom Shop pero
sus características, acabados y
calidad del instrumento no se
aparta en absoluto de los cánones
de excelencia que se manejan en el
tope de gama de la marca. Digamos
que la segmentación aquí nos viene
de perlas, porque gracias a ella
podemos comprar un instrumento
de categoría Custom al precio de una
gama inmediatamente inferior. En
otras palabras, en lugar de andar por
los tres miles nos bajamos al entorno
de los 2.200 euros en las tiendas. A
pesar de esta especie de suerte, no
es poco dinero, pero es que es mucho
bajo.
Jerry Barrios