Cutaway Guitar Magazine CUTAWAY 67 | Page 16

Llegué y aluciné. Sonaba increíble. Recuerdo diciéndome que yo no tocaba hasta la última composición y que podía estar por allí mientras. Estaba sentado en la parte de atrás del estudio y George Doering entra. “¡Dios mío!” George estaba tan relajado… Creo que estábamos grabando, en realidad, una demo. Chris quería usar la orquesta completa para esa demo, aprovechando otra sesión y por eso era la última canción del día. Era una canción con onda Western en Drop D y George estaba al dobro. En el papel podía ver las dos partes. Dos pentagramas: uno con la parte de guitarra acústica y otro con la parte solista de Dobro. George tocó increíblemente bien, con esa fantástica reverb. No podía creer como de relajado estaba, como si estuviese esperando en la cola de la frutería. En mi caso, sólo intentaba no ponerme nervioso. Y tras esta experiencia, pensé: “¡Lo hice! ya he tocado en una sesión con George Doering. Ya he llegado” 16 Cutaway Magazine /67 (bromeando). Pero pasaron 4 años hasta la siguiente vez que trabajé en una sesión con él de nuevo. ¡Siempre te mantiene humilde! Andrew, tú tocas ahora a diario con músicos de clase mundial. ¿Qué te hace decidir a quién llamar cuando es referente a proyectos personales? Primero factores personales, se- guro. Porque necesito sentirme có- modo con esas personas. En rela- ción a mis propias grabaciones o el concierto del Baked Potato (con Tim Pierce) quería poner ahí afuera que hago muy diferentes estilos. Cuando comienzas a trabajar, hagas lo que hagas, la gente te relaciona con ello y siempre te da más de eso. Para bien o para mal, establece tu tripulación. Yo toco con estos músicos, pero quizás no todo el mundo sepa que también toco con estos otros. Por ello, siempre trato de contratar a gente diferente de con quien estoy relacionado por mi carrera en el estudio de grabación. Últimamente te he visto tocar bastante con tu Les Paul. ¿A qué se debe? Físicamente, creo que es más fácil de tocar que una Stratocaster. La escala corta, la facilidad para los bendings. Hay algo en la forma en que la guitarra suena. Ciertamente, puedo hacer cualquier cosa con ella. Puede ser agresiva o puede ser dulce. Está configurada para tener dos volúmenes, un tono maestro y un corte de bajos en uno de los pots. Cuando me trasladé a LA, era un usuario de PRS. Después me di cuenta de que debería aprender a tocar una guitarra tipo Strat. Me forcé a hacerlo. Conseguí una Tom Anderson Strat. Tomé una lección con Carl Verheyen y me dijo: “¡Eres un chico Strat!”. Yo pensé: “Sí, lo conseguí, ahora puedo ir a por cualquier otra cosa” (risas). Llegó un punto en el que quería estar cómodo en todas las guitarras posibles para una sesión por lo que practiqué con una guitarra diferente cada día. Andrew, muchísimas gracias por pasar un rato con nosotros. Una pregunta final para concluir ¿Cuáles son tus planes en un futuro cercano? Estoy bastante feliz con mi carrera como músico de sesión, cada día es diferente y hace que se mantenga fresco. ¡En ocasiones tengo más trabajo del que puedo realizar! En el futuro, me gustaría encontrar tiempo para también tocar mi propia música. Tengo un álbum que será lanzado a principios del 2019. Un álbum que fue grabado completamente en vivo en el estudio, en un día y que tiene como invitado especial a mi amigo Tim Pierce en algunos temas. Pablo Padilla