mi rigurosidad y conocimientos me
permiten, se expone las condiciones
para articular el disfrute del proceso
de grabación por parte de todos, con
la intención de dar a cada participante
su propio jardín donde desarrollarse y
florecer en el disco.
El panel central, “El jardín de
las delicias”, propiamente dicho
podríamos reducirlo a la humanidad
sucumbiendo al deseo, al pecado más
humano, a los instintos más profundos,
a Dionisio, al devenir, al vino. Es decir
fue el proceso de grabación inherente
donde todo el mundo se desarrolló en
la medida que su propio entender le
llevó dentro del papel que se le entregó.
Hubo grandes amigos que supieron
hacer de su talento un apoyo para que
el disco se elevase: baterías increíbles
grabadas a fuego lento en la propia
cocina del erudito.
Baterías que trasmiten la fugacidad
de la juventud y la energía de ambas.
Bajos y contrabajos grabados con un
amor platónico.
Pianos de palacio, voces de cuento
rusos que mecen tus olas de la esencia
del alma, voces de una feminidad
heroica, voces de una rima digna de
Cleopatra, Clarinetes del Danubio más
profundo.
Acordeones del París de Monet, y
poetisas con versos Alejandrinos. las canciones, por tanto fueron ellas
las que decidieron quién y dónde.
Panel derecho “El infierno”, el final
del proceso, creo que también se le
conoce como “El infierno musical”,
sino es así a mí me lo parece por la
cantidad de instrumentos musicales
que allí se pueden contemplar. ¿Has conseguido lo que te proponías
o ahora harías algo de otra manera?
En él son muy pocos los castigados
con el destierro eterno, pero el
Jardín es de Dios y por tanto es él
quien puso las condiciones en el
primer panel.
En esta última estancia se
representa la gula, la pereza, la
lujuria de la carne y la falta de
belleza, las cadenas que unen a
las necesidades menos humanas,
la no contemplación, el subestimar
al prójimo, el no querer entender a
quien estaba delante y el manejo de
las opiniones adyacentes.
A ese infierno también bajé conducido
por las circunstancias intrínsecas
del proceso, y acompañado por las
lágrimas de la pérdida de amistades
profundas que se fueron con él.
Fueron pocas las ocasiones pero
dolieron como muchas.
No pensé en nadie en especial antes
de comenzar la grabación ya que
siempre he puesto todo después de
Sí, he conseguido lo que pretendía,
que era trascender frente a quien es
mi mayor consejera, la muerte.
Pase lo que pase el día de mañana
yo ya no estaré pero mis canciones
se mantendrán, a lo mejor nadie
las escucha pero sostenidas en el
tiempo se mantendrán erguidas
como se concibieron.
Si es cuestión técnica, puedo decir
que a día de hoy y con las herra-
mientas que cuento, no se hacerlo
mejor que lo que está plasmado.
El disco retrata mi capacidad para
proyectarme en mi obra, con los
medios que he tenido y con el
conocimiento y defectos que me
visten.
Cuéntanos algo sobre tus guitarras
¿Cuál es tu favorita ahora mismo?
Se te ve con 335…
Efectivamente la necesidad de tener
aire siempre me acompaña, y dentro
de las guitarras no iba a ser menos.
Las guitarras semisólidas me aportan
una dinámica que con las de cuerpo
sólido me cuesta más conseguir.
El otro día comentaba cómo el
oído manda, da igual el equipo que
tenga delante al final siempre acabo
buscando el mismo sonido. Con
ciertas guitarras y amplificadores
lo consigo más rápidamente, más
naturalmente, más intuitivamente…
en resumen son los elegidos para
brillar.
En este caso utilizo una Ibanez
AS153B negra, espectacularmente
bonita y con un sonido redondo,
acolchado y sutil que es lo que mi
música necesita.
Un ejemplo es que mi disco está
prácticamente grabado en su
plenitud con esa guitarra.
Por supuesto que utilizo muchas
más cosas, ya que una gran parte
de mi vida laboral transcurre en
el estudio grabando para otros,
tengo otros 3 modelos de guitarras
semihuecas, varias Stratos, mis Les
Paul The Heritage, en especial una
Standard que suena especialmente
bien, mi antigua SG que suena muy
personal sobre todo en el estudio.
La pala se ha roto unas cuantas
veces y no está para la carretera.
Una Kramer antigua que me regaló
una amiga que ya no utilizaba y
es una delicia la cremosidad y la
afinación.
entrevista
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