-> Live de Metheny, o el Stone Blue
o El Hombre del otro Pat, Martino …
ahhh ¡debo parar!
Continuemos con los libros.
El crepúsculo de los ídolos – de
Friedrich Nietzsche. Y me atrevería
a decir la edición, la cual hace poco
regalé a una amiga para intentar
dar luz al pensamiento de mi
querido Federico. El pensamiento
de Nietzsche es el primer contacto
formal que tengo con la realidad
del arte, y del pensamiento. Por
supuesto le acontece Wittgenstein
el cual me ayuda mucho a entender
aún más la música.
Fausto – Goethe: La primera parte,
aunque la segunda me fascine, es
la primera la que me pone encima
de la mesa los fundamentos del
romanticismo al cual le rezo todas
las noches.
Discurso del Gran Inquisidor –
Fiódor Dostoievski. Aunque es solo
un fragmento de los Hermanos
Karamázov, es una edición muy
interesante ya que sintetiza el
mensaje de un escritor brillante
donde pensamiento y literatura se
dan la mano y me deja con los ojos
abiertos como luceros del alba.
... El pensamiento de Nietzsche
es el primer contacto formal que
tengo con la realidad del arte, y del
pensamiento...
En la edición que leí viene con
comentarios de Adous Huxley lo cual
me lo hizo más que interesante.
Pero no puedo pasar al siguiente
apartado sin nombrar a Tolstoi,
Ortega
y
Gasset,
Unamuno,
Sartre, Poe, John Keats, Rimbaud,
Baudelaire, todos los que me
conocen saben mi inquietud por
las dos grandes guerra, a lo cual
recomiendo el 900 del sitio de
Leningrado por Salisbury .
Gato negro, gato blanco – el universo
de Kusturica siempre me ha atraído,
la nostalgia, y la tristeza, el Este me
mece a las orillas del Danubio.
Podría decir más Le Havre de
Aki Kaurismäki, El nuevo nuevo
testamento de Jaco Van Dormael , el
Apartamento de Wilder o Let´s get
lost de Weber sobre Chet.
¿Cuál fue tu primera guitarra? ¿La
conservas aún?
Hacia lo salvaje – Into the wild
Siempre somos libres, Sartre
siempre nos lo dijo y nunca le
escuchamos. Si dejamos a un lado las guitarras
españolas que me fueron dejando de
pequeño, y que me iba agenciando
según mi circunstancia me permitía,
circunstancias entendidas como
conjunto de opciones que en mi caso
era muy limitada.
Doctor Zhivago – aproximadamente
el mensaje podría resumirse en “La
única persona libre que hay en este
vagón soy yo, aunque me encuentre
encadenado y vaya prisionero a
hacer trabajos forzados”. La primera guitarra con la cual me
enfrenté al mundo que vive más
allá de mi piel, era una guitarra de
cuya marca no quiero acordarme,
y que trabajé duro un verano para
conseguir pagarla al cabo de los
Concluyamos este calvario en vida
con el séptimo arte.
meses, ya que el dinero que reuní
tubo que ser invertido para otro
menester más inminente.
Recuerdo que fueron 30.000 pts y
que era un palo con cuerdas, que
no sonaba hicieses lo que hiciese,
pero para mí era como un Mosin-
nagant - un fusil ruso que va desde
la época Pre-revolución, finales
del XIX, hasta casi los 60 e incluso
los 70 del XX, y que le daban a los
soldados del Ejercito Rojo con un
poco de munición y con eso tenían
que repeler al invasor Alemán en la
segunda - pues así lo veía yo como
mi fusil de trinchera.
Afortunadamente no la conservo,
fue mi obsequio que le entregué, en
símbolo de agradecimiento, a quien
era mi pareja en ese momento.
Recuerdo que yo vivía en Los
Ángeles y ella vino a visitarme,
al ver el estado en el que estaba
viviendo, en una situación, según
ella jejeje, bastante precaria. Yo ya
la había normalizado. Me ayudó de
varias maneras, y una de ellas fue
colaborando económicamente en la
Strato que me acompañaría desde
ese día.
Mi sentir equitativo matemático pero
entrevista
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