Cutaway Guitar Magazine CUTAWAY 58 | Page 25

El pedal original cuenta con dos potenciómetros que controlan el volumen (master volumen global del efecto) y la intensidad (nivel de profundidad del oscilador) del mismo. E n este nuevo número, vamos a hablar de un efecto muy particul ar. Tanto que, aunque podría englobarse dentro de la categoría de phasers, podemos decir que supone una categoría en si mismo. Nos referimos al Uni-Vibe. La fama de este efecto, creado en 1968, se debe a varios factores. Principalmente, un sonido con una profundidad característica que ningún otro phaser llega a alcanzar. Esta cualidad es consecuencia directa del curioso diseño de su circuito. Por otro lado, el que grandes guitarristas emplearan el efecto y dejaran ese tipo de sonido grabado en nuestros oídos para siempre, como es el caso de Jimi Hendrix, lo ha convertido en un efecto de los considerados clásicos. Sin embargo, una de las peculiaridades es que el control de velocidad del oscilador se acciona mediante un pedal de volumen (tipo wah- wah), de forma que se puede variar dicha velocidad mientras estamos tocando la guitarra, produciendo una oscilación característica. Además, el pedal lleva un conmutador que permite elegir entre el modo “chorus” o el modo “vibrato”. El primero nos permitirá obtener una mezcla entre la señal original de la guitarra y la señal procesada por las 4 etapas de phasing del efecto. El modo vibrato, en cambio, ofrece únicamente un 100% de señal procesada, por lo que la sensación de profundidad del efecto se hace más presente. Podríamos definir este modo de selección como un control de “mix” entre la señal original de la guitarra y la señal procesada por el efecto, pero con 2 niveles prefijados de fábrica. Ambos niveles son altamente musicales y ofrecen características ligeramente distintas, por lo que es un control muy práctico para obtener distintos matices en nuestro sonido. Pero, ¿qué tenemos dentro? A nivel técnico, el circuito es realmente curioso y emplea algunos “trucos” que son los que le proporcionan ese sonido tan característico. Sin lugar a dudas, el oscilador de baja frecuencia (LFO) que “mueve” la lámpara (o bombilla) –lo que podríamos llamar el corazón del efecto- es uno de los responsables de esa singularidad. Según cuenta el inventor del circuito, Fumio Mieda, su idea inicial iba por pedales y efectos 25