Cutaway Guitar Magazine BAJOS Y BAJISTAS 48 | Page 36

Con el tiempo han ido pasando por mis manos alumnos muy diferentes unos de otros, con diferentes inquietudes, gustos musicales, aunque también la mayoría de ellos poseen ciertas cosas en común, como por ejemplo el hecho de no darse por aludidos a la hora de obsequiar por navidad a su profesor con un jamón pata negra por más que éste insiste en manifestar sus gustos… bromas aparte, si hay algo donde suelen coincidir prácticamente todos es en el hecho de preguntarse llegados a un cierto punto algo así como “…y todo esto, ¿cómo lo aplico en el bajo?” la duda es más que razonable, ¡quién no desea saber dar uso en una “situación real” a los conocimientos que ha ido adquiriendo sobre escalas, arpegios, formación de acordes, áreas tonales, etc. con el instrumento al que dedica (o no) todos sus esfuerzos! por Alfonso Cifo Coletillas rítmicas creas tus propias líneas B&B MAGAZINE #48 Lo curioso es que dichas dudas pueden surgir de situaciones tan diversas como en pleno proceso de grabación con sus grupos, durante las primeras tomas de contacto con otros músicos, o simplemente interpretando un cifrado delante del ordenador… en definitiva debido a una problemática en común, esto es, la sensación de no terminar de dar con las notas adecuadas a la hora de crear una línea de bajo que la hagan funcionar con respecto al estilo de la canción y al entorno de acordes en los que se mueven, unas veces por exceso y otras por como bajistas que somos eso puede llegar a ser frustrante Para ello os propongo una herramienta muy sencilla y efectiva: las coletillas rítmicas. Es muy frecuente encontrarse en discos de estilos muy diversos este tipo de recurso de forma aislada y también en combinación con otros elementos. Obviamente a la hora de crear una línea de bajo existen tantas herramientas como diversidad de estilos y por ende diversidad de bajistas. Si escuchamos grabaciones donde figuran algunos nombres conocidos y no tan conocidos como James Jamerson, Anthony Jack son, Pino Palladino, Mike Porcaro, Carol Kaye, Nate Watts, Lalo Carrillo, Nathan East o incluso John Paul Jones no tardaremos en percatarnos del poder que posee este recurso para crear líneas de bajo efectivas, tanto si se emplean de forma consciente como por instinto musical, de forma total o parcial. Ya sabemos que dependiendo del tipo de acorde que nos encontremos el acompañamiento irá variando, por lo que debemos hacer distinción principalmente entre acordes mayores y menores, y por lo tanto, de coletillas mayores y menores. Los tipos de acordes Como ya sabemos la 3ª el intervalo que decide cuándo un acorde, escala o arpegio es mayor o menor, por lo tanto los acordes mayores en estado fundamental están formados por los intervalos de (1ª, 3ª, 5ª) y se expresan mediante una sola letra mayúscula, por ej. C, aunque lo habitual es encontrárnoslos como cuatriada o tétrada, que generalmente está formada por una triada más una séptima mayor (1ª, 3ª, 5ª,7ª M). Los acordes mayores de séptima mayor figuran en las partituras bajo el nombre maj7 ó M7, por ej. Cmaj7. Las coletillas mayores se pueden emplear sobre diferentes variedades de acordes mayores, por ej. C, C6, C6/9, Cadd9, Cmaj7, Cmaj7/9, Cmaj7/13, etc. Con las coletillas mayores en un principio se evita pasar por la 3ª y la 7ª M y se hace énfasis en las notas que empastan mejor con la batería, que son la 1ª, 5ª y 8ª, combinadas con la 6ª, que ejercerá como nota de paso entre la 5ª y la 8ª a modo de adorno libre haciéndola sonar generalmente en los tiempos 3 y 4 de un compás de 4/4. En resumen, las coletillas rítmicas mayores van a estar formadas por (1ª, 5ª, 6ª, 8ª) y eventualmente una 2ª ó 9ª cumpliendo la misma función que la 6ª. Por su parte los acordes menores en estado fundamental están formados por los intervalos de (1ª, 3b, 5ª) y se expresan mediante una letra mayúscula seguida de un guión alto o un signo m, por ej. DIDACTICA 35