Cutaway Guitar Magazine BAJOS Y BAJISTAS 39 | Page 32

ENLAZANDO

ARPEGIOS II por José Sala

A continuación del artículo anterior seguimos con el trabajo de arpegios , es imprescindible leer la primera parte para comprender esta , ya que allí se explica en detalle el ejercicio .
En esta parte nos vamos a ocupar de enlazar arpegios menores , de nuevo centrándonos en la mano izquierda , siendo indiferente la técnica que empleemos con la derecha . Numeraremos los dedos de la mano como habitualmente , es decir , 1 para el índice , 2 para el medio , 3 para el anular y 4 para el meñique . Empezaremos con una tríada mayor compuesta por tónica , tercera y quinta . La tocaremos en forma de arpegio ascendente ( C , Eb , G , Eb ) y descendente ( C , G , Eb , G ).
Trabajaremos dos digitaciones para el arpegio ascendente ( Fig . A y Fig . C ) y otras dos para el descendente ( Fig . B y Fig . D ). En el Ej . 1 tenemos de nuevo la típica progresión i-iv-i-v , esta vez con acordes menores , sobre la que practicaremos las digitaciones explicadas . Recordemos que los números sobre el tabulado corresponden a la digitación .
Para explorar las posibilidades de estas figuras tenemos el Ej . 2a . Consiste en desplazarse a lo largo del círculo de quintas utilizando a voluntad las cuatro digitaciones propuestas . Como ya vimos en la primera parte , el ejercicio tiende a llevarnos en sentido ascendente ( hacia las pastillas ). Esto lo corregiremos siempre que queramos como se muestra en el Ej . 2b . Con sumo cuidado , pasaremos de la digitación A a la D , lo que nos permitirá remontar el diapasón en sentido descendente ( hacia la pala ).
En el caso de los arpegios menores , el que aquí se trata , podemos introducir una figura o digitación de paso que también nos servirá en el momento de remontar el mástil hacia la pala . La digitación E supone una variante de la D , y nos sirve para enlazar con la B y luego con la A , como muestra el Ej . 2c .
Desde luego , y aunque siempre resultará apropiado para calentar , por ejemplo , practicar arpegios mayores o menores recorriendo el círculo de quintas acaba resultando monótono llegados a un punto . Añadiremos variedad combinando ambos , en una típica progresión I-vi-IV-V . O mejor aún , en otra típica progresión ii-V- I-vi . Ésta última , en tono de G , es la elegida para el Ej . 3 . El ejercicio ilustra además una nueva situación , el cambio de I a vi , ya que hasta el momento habíamos cambiado de arpegio por intervalos de cuarta . De la misma forma podemos explorar otras progresiones para ir adquiriendo soltura .
Hasta aquí hemos extendido el ejercicio para incluir los acordes menores . De igual forma podríamos hacer con el resto de acordes : disminuidos , aumentados , semidisminuidos , etc . Esto queda aquí propuesto como ejercicio . Otro buen ejercicio sería retomar el anterior con acordes mayores y menores , pero comenzando por la tercera del acorde en lugar de por la tónica ( p . e .: E , C , G , E ). Y lo mismo empezando con la quinta . Eso nos vendrá de perlas cuando nos encontremos con inversiones de acordes o acordes barrados ( p . e : C / E ).
Construir los propios ejercicios puede ser una herramienta muy útil para aprender . Siempre es necesario manejar información de otros , pero también es sorpendente lo que uno se puede enseñar a sí mismo cuando se pone a ello . Al mismo tiempo es un desafío inventar algo que nos sirva para solucionar un aspecto de nuestra técnica . Como haría un monitor de gimnasio , diseñar el ejercicio adecuado para ejercitar ciertos músculos , o incluso para entrenar nuestro oído . Para esto es necesario , en primer lugar , delimitar o definir al máximo el objetivo . Tal vez “ llegar a ser el mejor bajista del mundo ” sea un objetivo demasiado amplio para empezar . Pero “ enlazar cualquier tipo de acorde al instante ”, no lo es . Como tampoco mejorar la digitación de la mano izquierda o la pulsación de la mano derecha .
Después de los ejercicios anteriores podemos continuar pasando de arpegios a escalas , y si aprendemos a dominar cualquier tipo de cambio a cualquier tipo de escala o modo , realmente ampliaremos nuestras capacidades . Las posibilidades son infinitas . Todo esto nos dará rapidez para ejecutar un acompañamiento , para diseñar la estructura de un fraseo y para improvisar sin perder de vista el acorde o tonalidad en que nos encontramos . Munición que puede ser muy útil para un bajista .
José Sala
B & B MAGAZINE # 39 DIDACTICA 30