Cutaway Guitar Magazine BAJOS Y BAJISTAS 39 | Page 30

ENLAZANDO

ARPEGIOS por José Sala

A la hora de construir una línea de bajo hay miles de posibilidades . Dependiendo del estilo tenderemos a definir más o menos la armonía del acorde . Pero lo que está claro es que siempre con nuestra línea de bajo estamos proporcionando un hilo ( de grueso calibre ) que va enlazando un acorde tras otro .
Aquí vamos a proponer un enfoque sencillo y útil para enlazar acordes . Sencillo porque empezaremos de una forma muy simple para ir poco a poco complicándola a medida que avancemos . Y útil porque nos dará una visión armónica cada vez más completa de lo que estamos tocando . De momento nos ocuparemos de enlazar acordes mayores y nos centraremos en la mano izquierda , siendo indiferente para nuestro propósito la técnica empleada de mano derecha . Numeraremos los dedos de la mano como habitualmente , es decir , 1 para el índice , 2 para el medio , 3 para el anular y 4 para el meñique .
Empezaremos con una tríada mayor compuesta por tónica , tercera y quinta . La tocaremos en forma de arpegio ascendente ( C , E , G , E ) y descendente ( C , G , E , G ). Este arpegio sirve no sólo para armonizar acordes de tríada , sino cualquier acorde mayor , tenga la extensión que tenga , en estilos en que el bajo se conforma con marcar sólo los intervalos básicos , dejando a otros instrumentos de ritmo del registro medio ( teclados , guitarra ), o incluso solistas , el matiz armónico definitivo de cada acorde .
El problema principal a la hora de enlazar arpegios lo constituye la digitación . Si nos conformamos ( aún más !) con tocar solamente la tónica de cada acorde , nuestra línea no plantea gran problema de digitación . Pero los arpegios tienen el poder de provocar que nos encontremos de pronto brincando a través del mástil tratando de pescar la tónica con el dedo 2 . Esto resulta impráctico , por lo que será muy útil disponer de varias digitaciones del mismo arpegio . Cuando las dominemos por separado nos será muy fácil enlazar cualquier par de acordes en cualquier posición de una manera suave tanto para el oído como para la muñeca .
Pues eso , la digitación , es decir , qué dedo de la mano nos conviene más utilizar para que nos sea cómodo llegar a la posición siguiente , evitando al máximo desplazamientos incómodos de muñeca , cambiando de posición sólo cuando sea estrictamente necesario y siempre de la forma más suave y relajada posible , anticipando la colocación de la mano . Trabajaremos dos digitaciones para el arpegio ascendente ( Fig . A y Fig . C ) y otras dos para el descendente ( Fig . B y Fig . D ).
Es interesante memorizar el tipo de figura que forma cada digitación . Podemos dividir la mano por la mitad ( sólo mentalmente !), quedando a la izquierda los dedos 1 y 2 , y a la derecha los dedos 3 y 4 . Teniendo dos digitaciones por cada lado de la mano será más difícil que alguna nota nos pille lejos . Cuando nos resulte fácil cambiar del lado izquierdo al derecho y viceversa tendremos a tiro todos los arpegios asegurándonos el mínimo desplazamiento obligatorio de muñeca .
En el Ej . 1 tenemos una típica progresión I , IV , V sobre la que practicar las digitaciones explicadas . Los números que van sobre el tabulado corresponden a la digitación . Tocar este ejercicio en varios ritmos y en todos los tonos nos ayudará a comprender cómo funcionan las digitaciones para enlazar acordes .
Un ejercicio que nos abrirá los ojos y los oídos a todas las posibilidades de estas figuras de digitación es el Ej . 2a . Consiste en desplazarse a lo largo del círculo de quintas utilizando a voluntad las cuatro digitaciones propuestas . Al principio puede resultar un lío , pero con paciencia el lío se acaba solucionando . Como se verá , la digitación de la Fig . A se puede utilizar cuando la tónica se encuentra en las cuerdas 4 , 3 y 2 , pero no cuando se encuentra en la 1 ; la digitación de la Fig . B , se puede utilizar con tónica en las cuerdas 3 , 2 y 1 , pero no si está en la 4 ; la digitación de la Fig . C , con tónica en las cuerdas 4 y 3 , pero no si está en 2 o en 1 ; y por último , la digitación de la Fig . D , con tónica en las cuerdas 3 , 2 y 1 , pero no si está la 4 . Compruébese .
Me reitero en que hay que comenzar despacio y siendo conscientes de lo que estamos tocando . Cantar las notas que estamos tocando sería también interesante y de paso trabajaríamos el oído . Con cierta práctica conseguiremos superar el dilema de qué digitación utilizar en cada momento . A partir de ahí empezaremos a extender el ejercicio a lo largo y ancho del mástil , incluyendo las cuerdas al aire . Como también se verá , el ejercicio tiende a llevarnos en sentido ascendente
B & B MAGAZINE # 39 DIDACTICA 28