Cutaway Guitar Magazine BAJOS Y BAJISTAS 45 | Page 27

¿Por qué nuestro equipo suena distinto dependiendo de dónde toquemos? Quizás alguna vez os hayáis preguntado por qué cada vez que vamos a tocar a una sala de conciertos el sonido que tanto nos había costado encontrar en el local de ensayo ha cambiado ligeramente, o en algunos casos, completamente. Incluso podemos notar diferencias entre la típica prueba de sonido pre-concierto y la hora de dejarnos la piel en el escenario. ¿A qué se debe todo esto? ¿Tiene alguna solución? Vamos a explicar algunos principios básicos para entender qué es lo que está pasando y de qué manera podemos minimizar este efecto. Comenzaremos con un caso sencillo, ¿qué pasa cuando colocamos un altavoz al aire libre sobre un escenario? Tan pronto empecemos a tocar, cualquier persona del público escuchará el sonido directo que viene del altavoz sumado al sonido reflejado en la parte posterior del escenario y en el suelo. Dependiendo de la capacidad para absorber sonido que tengan las distintas superficies, el sonido reflejado en ellas cobrará mayor o menor importancia. Otra cosa a tener en cuenta es la “capacidad” para dispersar el sonido de las superficies reflectantes. Una pared con objetos de por medio o relieves profundos puede cambiar significativamente el sonido que rebota en ellas. Por ello, cuanto menos lisa sea la superficie, menos significativo será el cambio en el sonido total. La suma de las reflexiones más el sonido directo podría entenderse como una ecualización del sonido original generado por el altavoz. Además, para grandes salas, las reflexiones en las paredes más lejanas aportarían “sustain” que muchas veces puede darnos ese toque que nos faltaba. Sin embargo, un aporte excesivo del sonido que viene reflejado de superficies lejanas podría provocar pérdidas en la claridad que estropearían por completo la calidad original. Este es el caso típico de conciertos en polideportivos, simplemente, si no están preparados para ello poco pueden hacer los técnicos de sonido para arreglar el entuerto. B&B MAGAZINE #45 En resumen todo esto se puede ver de la siguiente manera: en cada sala sonaremos diferente y dependiendo de donde coloquemos nuestro altavoz este quedará “ecualizado” de distintas formas; salas grandes aportan “sustain”, pero si son excesivamente grandes y/o las superficies son muy reflectantes, va a ser muy difícil controlar el sonido en esos ambientes. Consejos prácticos Después de presentar este complejo mundo... ¿existe alguna solución sencilla que nos pueda ayudar? Pues la respuesta es Sí. Lo primero, y posiblemente lo más efectivo que podemos hacer es poner alfombras en tu local de ensayo. Ésto puede solucionar problemas con vecinos que se quejan del ruido de la batería, ya que al evitar el contacto directo del bombo con el suelo reducirá notablemente el ruido transmitido. Cuanto más gordas y grandes sean siempre mejor, eso normalmente soluciona muchos problemas con salas que tienen un sonido demasiado estridente. Otra cosa a tener en cuenta es evitar paredes lisas, especialmente si el local es grande. Podéis colocar objetos de distintos tamaños y formas, como pueden ser desde vuestras guitarras de repuesto colgadas por la pared o algunas cajas llenas de trastos. Esto podrá también ayudar a mejorar la claridad, consiguiendo escuchar un sonido más parecido al que realmente está saliendo de vuestros altavoces. Es importante intentar mejorar el local de ensayo pero no debemos olvidarnos de detalles críticos como la colocación de los altavoces. Pegándolos a la pared podemos tener un refuerzo de volumen, que quizá sea beneficioso para nosotros. Pero lo que tenemos que evitar a toda costa es colocar altavoces en las esquinas de la sala. ACÚSTICA 26