Cutaway Guitar Magazine BAJOS Y BAJISTAS 41 | Page 35

conjunto de notas de estas tres formas al mismo tiempo : visual , táctil y auditiva . Sería bueno añadir el olfato y el gusto , pero todavía no he encontrado a nadie que sepa decirme a qué sabe un C o a qué aroma despide un Bb . De forma visual , identificamos el esquema gráfico que describe cada modo en el diapasón de nuestro bajo ; de forma táctil , identificamos la digitación o digitaciones que emplearíamos a la hora de tocarlo . Y de forma auditiva escuchamos el sonido que producen dichas notas . Así , al leer el Ej . 1a , no sólo veremos la escritura en el pentagrama o el tabulado , sino que también imaginaremos su situación en el diapasón ( Fig . A ), lo que nos sugerirá la digitación con que lo ejecutaríamos , y también escucharemos mentalmente el sonido que produce cada nota .
El método para llegar a conseguir lo dicho en el párrafo anterior , es decir , la triple asociación de cada modo , consiste en trabajar bien todas las tonalidades a lo largo del mástil prestando atención al sonido de cada nota , los intervalos que se forman y el color particular de cada modo o escala , cantando las notas . Así conseguiremos un dominio de todo el mástil viendo en él las notas como si las llevara impresas y pudiéndolas escuchar también mentalmente sin necesidad de tocarlas . Obviamente , si vemos el diapasón de nuestro bajo como si llevara escritos los nombres de las notas , nos será muy fácil visualizar también cualquier escala o arpegio y escoger la digitación que consideremos más apropiada . Esto es preferible a tenerse que aprender digitaciones sin ton ni son , pasando por alto algo tan importante como es la conexión que hay entre cada modo y sus adláteres .
Desplazamientos deseados u obligatorios Hasta aquí , lo dicho sirve para los casos más habituales , donde los desplazamientos incómodos pueden y deben evitarse . Otras veces , sin embargo , puede resultar preciso o apropiado un desplazamiento de la mano izquierda . En estos casos hemos de ser capaces de hacerlo de la forma más rápida posible y sin producir arrastres de notas o
sonidos de cuerda no deseados , teniendo muy claro de antemano la situación de la nota a la que nos dirigimos y con qué dedo vamos a ejecutarla . Naturalmente , tampoco podemos dejar que el desplazamiento se convierta en una alteración del tempo de la pieza . Es importante ejecutar “ a tiempo ” tanto la última nota antes del desplazamiento como la primera después del mismo . No nos podemos permitir el lujo de llegar tarde , porque produciríamos una síncopa no deseada que alteraría el sentido rítmico de la pieza . El Ej . 2 sirve para practicar desplazamientos bruscos . Lo tocaremos primero despacio , a una velocidad de 60 , ocupándonos de que suenen todas las notas en su sitio . Después , iremos incrementando la velocidad hasta donde podamos sin traicionar la métrica del ejercicio .
José Sala
B & B MAGAZINE # 41