Las maniobras de reanimación
En la estancia inmediata a la localización del difunto, se colocó un armario con los ma-
teriales necesarios y un cuadro con las instrucciones a seguir en caso de activación de la
alarma, que pueden ser consideradas como maniobras pioneras de reanimación:
1.-Friccionar fuertemente con un cepillo todo el cuerpo, particularmente la región pre-
cordial.
2.-Azotar las plantas de los pies con un lienzo mojado en agua, hasta cerciorarse que
no cambian de color ni de temperatura.
3.- Envolver al enfermo entre mantas.
4.-Procurar depositar entre los labios del paciente unas gotas de un frasco con la eti-
queta ‘Poción cordial’.
5.-Poner una inyección de cafeína en cualquier parte del cuerpo, con una jeringuilla
hervida, ya dispuesta.
6.-Si se aprecia que el enfermo va recobrando el conocimiento, cubrir los demás cadá-
veres, si los hubiera, con un biombo.
7.-Avisar a la Casa de Socorro y guardia municipal para tener el apoyo de un médico.
D. Luis Valero Carreras
Nació en Toro (Zamora), el 29de abril de 1880, realizó los estudios de Licenciatura y
Doctorado de Medicina en Valladolid y consiguió la especialización en Tisiología.
Ejerció la profesión en Hornillos, Matapozuelos y Palenzuela, donde estuvo unos 14
años y se trasladó a Burgos en 1917, para establecer su consultorio. Tuvo también dedicación
política como concejal del Ayuntamiento en dos legislaturas, entre 1925 y 1930 y presidió
el Colegio de Médicos de Burgos desde 1924 a 1926.
Desde diciembre de1924 atendió de forma gratuita a los pacientes de la especialidad
de Pulmón y Corazón en el Dispensario e la Cruz Roja de la calle Emperador y en el inicio de
la década de los treinta fue nombrado Presidente de la entidad. Al comienzo de la Guerra
civil, ocupó el puesto de Inspector general y estuvo encargado de la reorganización de la
Cruz Roja en todo el territorio controlado por el bando nacional.
Al terminar la contienda, se desplazó a Madrid, en el cargo de Secretario general de
la Cruz Roja, que desempeñó hasta unos años antes de su muerte, ocurrida el 28 de diciem-
bre de 1967.
Martín de Frutos
(Comité Ético de Investigación Clínica)