y B y el elemento x, si x no está incluido ni en A ni en B, no puede pertenecer ni a A ni a B.
De la misma manera, uno no es de izquierdas ni de derechas; es un librepensador, a pesar
de su deterioro cognitivo (no demasiado importante, por otro lado; uno es optimista de na-
cimiento), a pesar de que los compañeros de asilo lo tomen a uno por idiota (a uno, es de
figurarse que por su aspecto y actitud abstraídos y porque no pega la hebra con bicho vi-
viente alguno, lo llaman el Rumiante, el Rumiante Loco), lo cual le viene de perlas, porque,
al rehuirlo a uno, se ahorra tener que demostrar que no siente ninguna empatía por sus pró-
jimos. Hay otros muchos axiomas falsos (o no del todo indiscutibles), actos de fe, etiquetas,
formulados por el progresismo o por la derecha, con frecuencia indistintamente. A continua-
ción, un listado (de profesiones y oficios): los artistas son de izquierdas; / la buena gente,
de derechas; los manguis, de izquierdas (y viceversa); / los toreros y cazadores, de dere-
chas; / las putas, de izquierdas; los puteros, de derechas (y viceversa); / los obreros (salvo
los tontos), de izquierdas; los patronos, amos, capitalistas (salvo los adjudicatarios de los
contratos otorgados por los gobiernos de izquierdas), de derechas… Más muestras (de creen-
cias y afectos): creer en Dios es de derechas; creer en el ser humano, de izquierdas; / au-
todenominarse neutral, de centro, imparcial, objetivo, de derechas; ídem que ser del Real
Madrid; ser del Barça, por el contrario, es de izquierdas… Más madera (de estados y actitu-
des): la monogamia o monoamor, es de derechas; el amor libre, de izquierdas; / los ma-
chistas (ellos y ellas), de derechas; los feministas (ellos y ellas), de izquierdas; / la
inteligencia, de izquierdas; la majadería, de derechas (y viceversa)… Uno, si se mira desde
el exterior del edificio hacia la fachada, está alojado en el ala derecha del PSC; si se mira
desde el interior hacia fuera, en el ala izquierda. En todo caso, da exactamente igual, porque
al ser la incineración de izquierdas y el entierro de derechas, en esta residencia para mayo-
res, más tarde o más temprano, al no tener familia ni amigos, como es la triste circunstancia
de uno, por decisión de su tutor, que viene haciendo de uno lo que le peta, a falta de infierno,
en el que no creen, acabarán achicharrándolo a uno en el crematorio de la funeraria que les
haga un precio más barato.
José María Izarra
Asís G. Ayerbe