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la carta) h t t p : / / w w w. p o r t s d e b a l e a r s . c o m / s i t e s / d e f a u l t / f i l e s / l i b r o s / Fa r s _ d e _ S a _ D ra g o n e ra . p d f h t t p : / / w w w. p o r t s d e b a l e a r s . c o m / s i t e s / d e f a u l t / f i l e s / l i b r o s / E l _ Fa r _ d e _ Fo r m e n t e ra _ ( L a _ Mola).pdf Sin embargo… ya hace años que lo único que escribo son novelas de humor, donde a través de él, del humor, intento caricaturizar situaciones sociales e incluso criticar posturas antropocéntricas que, en mi opinión, debemos ir superando para poder ensanchar esa esfera ética que todos tenemos que inflar de forma personal e intransferible, si queremos evolucionar no sólo tecnológicamente, sino en el verdadero sentido de lo que pienso debe ser una evolución humana. En una de estas novelas, “Acciones y digresiones de un budista torpe”, la ciudad de Burgos termina siendo la protagonista absoluta del relato, porque el personaje principal (que siempre en estas novelas es el mismo, y por supuesto mi álter ego), como consecuencia de sus estudios sobre el budismo, termina por creer que él es, nada más ni nada menos que la reencarnación del Cid. Es en el humor, donde me siento instalado y muy a gusto. Y es ahora cuando me he dado cuenta que los burgaleses tenemos, en general, un sentido del humor muy especial, irónico, pesimista, que incluso puede llegar a ser algo agresivo y difícil de comprender para españoles de otras localidades. Pero creo que podríamos pedir la denominación de origen de nuestro sentido del humor, igual que el queso y la morcilla…sí señor, nuestro sentido del humor se merece que lo vendan en las tiendas y supermercados a la altura de los demás productos que ya han conseguido llegar al Olimpo de los productos, allí donde se encuentran los grandes ídolos de la gastronomía española. Ya lo estoy viendo…un buen paquete de Humor de Burgos al vacío, a precio disparatado, y donde se asegure al consumidor que, inmediatamente después de su ingestión, se estará acordando de los muertos de todo el que se le aproxime, amén de iniciar la más infinita e inusitada jerga blasfema que en la vida hubiera imaginado. Alaró, 30 de septiembre de 2018. (es que he tardado varios días en escribir Javier Pérez de Arévalo Ausín Sainz