LA “DESVANECEDORA” DE BUTRÓN (Iker Garay)
Según cuenta la leyenda que ha pasado de generación en generación en muchas
familias del lugar, Olga era una chica de 23 años que iba con su amiga Rebeca por un
camino largo y amplio que recorría la orilla de la ría de Butrón, en Plentzia. De
repente, como salida de la nada, apareció una chica que parecía inquieta, muy blanca,
con el pelo negro y sucio y unos ojos negros en los que no se distinguía el iris de la
pupila. Empezó a correr hacia ellas y se abalanzó bruscamente sobre Rebeca. Con sus
gritos casi no se oía lo que la chica le gritaba y casi enfada a Rebeca. Olga dijo que lo
que le gritaba esa chica a Rebeca era: “ ¡Ayúdame!”. De nada se arrepintió más Olga
que de lo que hizo después: salir corriendo.
Poco después, Olga le contó todo a un hombre que se disponía a hacer el mismo trayecto que ellas y más tarde se lo
explicó a la policía. Días más tarde seguían sin encontrar rastro de nada y pensaron que Olga mentía. Así se creyó
durante siete meses, antes de que se volviera a repetir la historia. Esta vez el chico de la pareja a la que atacó
intentó defender a su novia, pero asegura que la misteriosa chica le tiró tierra a los ojos y que, unos segundos más
tarde, las dos desaparecieron.
La historia se volvió a repetir tantas veces que hasta le pusieron nombre: “La Desvanecedora de Butrón”. Los
habitantes del misterioso pueblo dicen que aquella chica quiere encontrar sus esqueletos o resolver su muerte, la
muerte de una chica que murió años atrás. Además, tras enseñarles las fotos, todos los testigos aseguran que es ella,
la chica que desapareció hace 73 años.