EL PRIMER PISO (Naia Sala)
Cuando mi abuelo era pequeño, estaba en venta el primer piso de una casa en la playa de
Plentzia. Era muy bonita y todo el mundo quería vivir allí, pero era muy cara. Sin embargo, un día
los habitantes de Plentzia vieron que había llegado un matrimonio con su hija a vivir en ese piso.
La hija del matrimonio -llamada Ana- era una niña muy querida en su antiguo colegio, con lo cual
no quería mudarse, pero sus padres la obligaron. Ella se puso tan furiosa que decidió no volver a
hablar con su familia.
Ana siempre había sido muy buena estudiante; sin embargo, desde que se mudaron, sus notas empezaron a bajar, su forma
de ser cambió e incluso su forma de vestir. Sus padres vieron que se empezaba a comportar mal y le preguntaron si el
motivo era la mudanza. Ella siguió sin hablarles, pero ya no lo aguantaba más y empezó a chillar. Tuvieron una bronca,
después de la cual, Ana siguió sin hablar con su familia.
Esa misma noche a las once, Ana no podía dormir. Se cuenta que estaba tan furiosa que las olas empezaron a ser cada vez
más y más grandes hasta llegar a los doce metros. Las olas llegaron hasta la casa de Ana y la inundaron. Como consecuencia
de ello, toda la familia de Ana murió.
Se dice que, si vives en el primer piso de cualquier pueblo que tenga costa y llegas más tarde de las once de la noche,
aparece Ana en el portal y no te deja dormir.