Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 95

ORIGINALES: Experiencias de Participación concluye: “… la participación ciudadana en Chile es una tarea pendiente”; haciendo hincapié en las principales debilidades de la Ley 20.500, sobre la que queremos destacar “…carece de mecanismos de fiscalización y sanción que asegure su cumplimiento, dejándo- lo a criterio y voluntad del directivo del servicio. Tampoco se establece el financiamiento de los mecanismos de participación de modo de garanti- zar su funcionamiento estable…”. Añade también “el carácter de estos mecanismos como consulti- vo, informativo, no vinculante, lo hace muy poco efectivo, lo que desmotiva a muchos dirigentes a participar en ellos.” Sin duda, que aún estamos muy lejos de poder participar en las decisiones que se toman en Salud; somos parte de una estructura jerarquizada y cen- tralizada, donde el “usuario”, es considerado un beneficiario del sistema y no un actor deliberante. Las debilidades a las que se refiere el CNPC, coar- tan y limitan la real participación ciudadana, así como la confianza de las personas en los mecanis- mos democráticos de participación. 2. La segunda reflexión, dice relación con la participación de la ciudadanía en el consejo, opor- tunidad que se dio gracias al llamado abierto que realizó el Hospital de Puerto Montt. Este hecho derivó, como lo mencioné al inicio, que este con- sejo estuviera integrado no sólo por la sociedad civil, sino también por ciudadanos y ciudadanas. Si bien la Ley 20.500 incentiva el rol de la sociedad civil, en ninguna parte cierra las puertas a la parti- cipación directa; y desde nuestra experiencia, po- demos decir que resultó muy interesante el apor- te que realizamos cada una de las personas que veníamos de otros ámbitos de acción. Sabemos que existen distintos puntos de vista al respecto; algunos pueden pensar que esto amenaza la re- presentación de la sociedad civil; sin embargo, en nuestro caso sirvió para equilibrar las presiones que en ocasiones ejercen algunos dirigentes que tienen un carácter más fuerte, queriendo hacer prevalecer las necesidades de determinados gru- pos geográficos, en desmedro del resto de la po- blación que se atiende en el hospital, lo cual no es menor, teniendo en cuenta que el HPM es el único centro de alta complejidad de la región. Por último, pensamos que es imprescindible to- mar conciencia de que la Salud no es de dominio exclusivo de los profesionales del área, ni de los funcionarios del Hospital: ésta es responsabilidad de cada ser humano, consecuencia de cada acto que desarrollamos, de nuestras relaciones y del entorno; entendiendo la Salud como la define la OMS(3) (Organización Mundial de la Salud “… es un estado de completo bienestar físico, men- tal y social, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”. Desde esta concepción más integral de la Salud, es posible concebir y poten- ciar la Participación Ciudadana en Salud como un Derecho fundamental, pero también como un Deber, donde la persona no sea considerada sólo como un receptor de beneficios, sino como un actor imprescindible en la generación, implemen- tación y fiscalización de las políticas públicas. REFERENCIAS: 1. Ley 20.500 de Febrero de 2001– de Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública. Febrero 2011. Disponible en: https://www.leychile.cl/ Navegar?idNorma=1023143 2. Consejo Nacional de Participación Ciudadana (CNPC). [Internet] 2017. [Consultado en junio de 2018] Disponible en http://conse- joparticipacion.cl/content/uploads/2017/infor- me-final.pdf 3. Organización Mundial de la Salud [Internet]. [Actualizado en octubre de 2018] Disponible en: http://www.who.int/about/ mission/es/ 93 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 91-93