ORIGINALES:
Experiencias de Participación
concluye: “… la participación ciudadana en Chile
es una tarea pendiente”; haciendo hincapié en las
principales debilidades de la Ley 20.500, sobre la
que queremos destacar
“…carece de mecanismos de fiscalización y
sanción que asegure su cumplimiento, dejándo-
lo a criterio y voluntad del directivo del servicio.
Tampoco se establece el financiamiento de los
mecanismos de participación de modo de garanti-
zar su funcionamiento estable…”. Añade también
“el carácter de estos mecanismos como consulti-
vo, informativo, no vinculante, lo hace muy poco
efectivo, lo que desmotiva a muchos dirigentes a
participar en ellos.”
Sin duda, que aún estamos muy lejos de poder
participar en las decisiones que se toman en Salud;
somos parte de una estructura jerarquizada y cen-
tralizada, donde el “usuario”, es considerado un
beneficiario del sistema y no un actor deliberante.
Las debilidades a las que se refiere el CNPC, coar-
tan y limitan la real participación ciudadana, así
como la confianza de las personas en los mecanis-
mos democráticos de participación.
2. La segunda reflexión, dice relación con la
participación de la ciudadanía en el consejo, opor-
tunidad que se dio gracias al llamado abierto que
realizó el Hospital de Puerto Montt. Este hecho
derivó, como lo mencioné al inicio, que este con-
sejo estuviera integrado no sólo por la sociedad
civil, sino también por ciudadanos y ciudadanas.
Si bien la Ley 20.500 incentiva el rol de la sociedad
civil, en ninguna parte cierra las puertas a la parti-
cipación directa; y desde nuestra experiencia, po-
demos decir que resultó muy interesante el apor-
te que realizamos cada una de las personas que
veníamos de otros ámbitos de acción. Sabemos
que existen distintos puntos de vista al respecto;
algunos pueden pensar que esto amenaza la re-
presentación de la sociedad civil; sin embargo, en
nuestro caso sirvió para equilibrar las presiones
que en ocasiones ejercen algunos dirigentes que
tienen un carácter más fuerte, queriendo hacer
prevalecer las necesidades de determinados gru-
pos geográficos, en desmedro del resto de la po-
blación que se atiende en el hospital, lo cual no
es menor, teniendo en cuenta que el HPM es el
único centro de alta complejidad de la región.
Por último, pensamos que es imprescindible to-
mar conciencia de que la Salud no es de dominio
exclusivo de los profesionales del área, ni de los
funcionarios del Hospital: ésta es responsabilidad
de cada ser humano, consecuencia de cada acto
que desarrollamos, de nuestras relaciones y del
entorno; entendiendo la Salud como la define la
OMS(3) (Organización Mundial de la Salud “…
es un estado de completo bienestar físico, men-
tal y social, y no sólo la ausencia de afecciones
o enfermedades”. Desde esta concepción más
integral de la Salud, es posible concebir y poten-
ciar la Participación Ciudadana en Salud como
un Derecho fundamental, pero también como un
Deber, donde la persona no sea considerada sólo
como un receptor de beneficios, sino como un
actor imprescindible en la generación, implemen-
tación y fiscalización de las políticas públicas.
REFERENCIAS:
1. Ley 20.500 de Febrero de 2001–
de Asociaciones y Participación Ciudadana
en la Gestión Pública. Febrero 2011.
Disponible
en:
https://www.leychile.cl/
Navegar?idNorma=1023143
2. Consejo Nacional de Participación
Ciudadana (CNPC). [Internet] 2017. [Consultado
en junio de 2018] Disponible en http://conse-
joparticipacion.cl/content/uploads/2017/infor-
me-final.pdf
3. Organización Mundial de la Salud
[Internet]. [Actualizado en octubre de 2018]
Disponible en: http://www.who.int/about/
mission/es/
93
Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 91-93