Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 87

ORIGINALES: Experiencias de Participación veces no están vinculados con la salud (bajo las nociones institucionales). Esto se puede expresar prácticamente en proyectos asociados al ritmo de trabajo y reposo, el auto-tratamiento en caso de enfermedades, actividades deportivas, autonomía alimenticia, acceso a agua potable, adquisición de calefactores solares para acceder a agua caliente, entre otras actividades comunitarias. Éstas son un conjunto de acciones que permiten ampliar la noción de salud, desde las necesidades y la coti- dianidad vecinal. prácticas que experimentan la propia ciudadanía, ajenas o afuera de las prescripciones de los exper- tos (3, 5), tiene como efecto su reconocimiento y la validación, logrando una nueva forma de go- bernanza en salud desde el ámbito local. En términos concretos, una política de salud local debe pensarse en la incorporación de las herra- mientas participativas de la propia orgánica mu- nicipal como es el caso del PP 4 (9). Sin embar- go, desde la experiencia nacional, para lograr su pleno desarrollo, se deben problematizar algunos elementos mínimos que pueden afectar su real desempeño: El primero es procurar una voluntad política sos- tenida de parte de los representantes populares en los municipios, pero anterior a esto debe haber una voluntad de realizar este mecanismo. La ex- periencia señala que el problema no se debe a la realización inicial, sino en que esta se mantenga en el tiempo. En el caso chileno, los municipios dependen de la voluntad política del alcalde de turno, que puede iniciar, promover y profundizar esta herramienta participativa. Un segundo elemento, vinculado directamente en el análisis de este artículo, es problematizar el ca- rácter técnico como el único motor para el desarrollo total de este mecanismo participativo. Es necesario incluir a otros actores locales, como es el caso de la ciuda- dana organizada, que logre llevar a cabo la cons- trucción y definición de elementos internos del PP, por ejemplo el establecimiento de las reglas y principios de este mecanismo. Por último, una política pública de salud lo- cal debe ser integral y no aislar el desarrollo del PP, es decir, debe existir una coordinación con otros programas y actuaciones institucionales que ele- ven la necesidad de la participación ciudadana real como eje importante en el marco de las po- líticas participativas, para otorgar potencialidad en el PP en sus efectos hacia la ciudadanía. En lo práctico, desde la realidad nacional, este me- canismo participativo debe involucrarse con los tres principales instrumentos de planificación; el Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO), Plan Regulador Municipal y el Presupuesto Municipal. En definitiva, por atractivo e innovador que pueda resultar el desarrollo de un PP, en la prác- tica siempre es complejo y puede ser oscilante en su trayectoria, y su culminación no es senci- lla, debido a la gran cantidad de implicaciones en juego. Pero la consideración de estos elementos mínimos puede lograr establecer una experiencia CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS La discusión en torno al PP y sobre las posibi- lidades de construir aspectos internos como un auto-reglamento con las bases ciudadanas de una comuna, implica pensar, por una parte, en ampliar la idea de salud, más allá de lo que ofrece a nivel institucional, y por otra parte, cómo articular este mecanismo participativo como una posibilidad real como política pública a nivel local. A pesar de las limitaciones institucionales y so- cio comunitarias que implica la ejecución de los Presupuestos Participativos en Chile, principal- mente dada la dependencia de la gestión de turno del gobierno local, la aplicación de este mecanis- mo participativo a escala local permite reactivar los marcos democráticos, inyectando intensidad social en las instancias de decisión, especialmente en sectores de la ciudadanía que históricamente no participan activamente en la vida pública. Esta apertura política de incluir a otros sectores en las definiciones de un porcentaje del presupuesto municipal puede darse en términos formales, esto significa movilizar a la ciudadanía para participar solamente en las etapas formales (etapa de vota- ción), cuyo efecto es la legitimación del marco institucional, o puede conllevar un ejercicio pleno que permita al conjunto de la ciudadana organi- zada definir y priorizar aspectos internos de este mecanismo participativo, desde establecer los te- rritorios de ejecución, priorización de los proyec- tos o criterios de participación. Bajo la segunda posibilidad de ejecución, op- tando por democratizar internamente los instru- mentos participativos de gestión local, como fue analizado en este trabajo, y asumiendo la tesis an- tropológica de que cada sociedad, especialmente las modernas, coexisten y se practican diferentes modelos para atender la salud y las enfermeda- des, y comprendiendo también aquellos saberes y 4  La Ley 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades, considera los siguientes mecanismos participativos tales como: cabildo ciudadanos, plebiscito comunales, consulta ciudadana, audiencia pública y oficina de reclamos. 85 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 81-86