ORIGINALES:
Experiencias de Participación
veces no están vinculados con la salud (bajo las
nociones institucionales). Esto se puede expresar
prácticamente en proyectos asociados al ritmo de
trabajo y reposo, el auto-tratamiento en caso de
enfermedades, actividades deportivas, autonomía
alimenticia, acceso a agua potable, adquisición de
calefactores solares para acceder a agua caliente,
entre otras actividades comunitarias. Éstas son
un conjunto de acciones que permiten ampliar la
noción de salud, desde las necesidades y la coti-
dianidad vecinal.
prácticas que experimentan la propia ciudadanía,
ajenas o afuera de las prescripciones de los exper-
tos (3, 5), tiene como efecto su reconocimiento y
la validación, logrando una nueva forma de go-
bernanza en salud desde el ámbito local.
En términos concretos, una política de salud local
debe pensarse en la incorporación de las herra-
mientas participativas de la propia orgánica mu-
nicipal como es el caso del PP 4 (9). Sin embar-
go, desde la experiencia nacional, para lograr su
pleno desarrollo, se deben problematizar algunos
elementos mínimos que pueden afectar su real
desempeño:
El primero es procurar una voluntad política sos-
tenida de parte de los representantes populares en
los municipios, pero anterior a esto debe haber
una voluntad de realizar este mecanismo. La ex-
periencia señala que el problema no se debe a la
realización inicial, sino en que esta se mantenga
en el tiempo. En el caso chileno, los municipios
dependen de la voluntad política del alcalde de
turno, que puede iniciar, promover y profundizar
esta herramienta participativa.
Un segundo elemento, vinculado directamente
en el análisis de este artículo, es problematizar el ca-
rácter técnico como el único motor para el desarrollo total
de este mecanismo participativo. Es necesario incluir a
otros actores locales, como es el caso de la ciuda-
dana organizada, que logre llevar a cabo la cons-
trucción y definición de elementos internos del
PP, por ejemplo el establecimiento de las reglas y
principios de este mecanismo.
Por último, una política pública de salud lo-
cal debe ser integral y no aislar el desarrollo del PP, es
decir, debe existir una coordinación con otros
programas y actuaciones institucionales que ele-
ven la necesidad de la participación ciudadana
real como eje importante en el marco de las po-
líticas participativas, para otorgar potencialidad
en el PP en sus efectos hacia la ciudadanía. En
lo práctico, desde la realidad nacional, este me-
canismo participativo debe involucrarse con los
tres principales instrumentos de planificación; el
Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO), Plan
Regulador Municipal y el Presupuesto Municipal.
En definitiva, por atractivo e innovador que
pueda resultar el desarrollo de un PP, en la prác-
tica siempre es complejo y puede ser oscilante
en su trayectoria, y su culminación no es senci-
lla, debido a la gran cantidad de implicaciones en
juego. Pero la consideración de estos elementos
mínimos puede lograr establecer una experiencia
CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS
La discusión en torno al PP y sobre las posibi-
lidades de construir aspectos internos como un
auto-reglamento con las bases ciudadanas de una
comuna, implica pensar, por una parte, en ampliar
la idea de salud, más allá de lo que ofrece a nivel
institucional, y por otra parte, cómo articular este
mecanismo participativo como una posibilidad
real como política pública a nivel local.
A pesar de las limitaciones institucionales y so-
cio comunitarias que implica la ejecución de los
Presupuestos Participativos en Chile, principal-
mente dada la dependencia de la gestión de turno
del gobierno local, la aplicación de este mecanis-
mo participativo a escala local permite reactivar
los marcos democráticos, inyectando intensidad
social en las instancias de decisión, especialmente
en sectores de la ciudadanía que históricamente
no participan activamente en la vida pública. Esta
apertura política de incluir a otros sectores en las
definiciones de un porcentaje del presupuesto
municipal puede darse en términos formales, esto
significa movilizar a la ciudadanía para participar
solamente en las etapas formales (etapa de vota-
ción), cuyo efecto es la legitimación del marco
institucional, o puede conllevar un ejercicio pleno
que permita al conjunto de la ciudadana organi-
zada definir y priorizar aspectos internos de este
mecanismo participativo, desde establecer los te-
rritorios de ejecución, priorización de los proyec-
tos o criterios de participación.
Bajo la segunda posibilidad de ejecución, op-
tando por democratizar internamente los instru-
mentos participativos de gestión local, como fue
analizado en este trabajo, y asumiendo la tesis an-
tropológica de que cada sociedad, especialmente
las modernas, coexisten y se practican diferentes
modelos para atender la salud y las enfermeda-
des, y comprendiendo también aquellos saberes y
4 La Ley 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades, considera los siguientes mecanismos participativos tales como:
cabildo ciudadanos, plebiscito comunales, consulta ciudadana, audiencia pública y oficina de reclamos.
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Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 81-86