Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 80

que todo estudiante que ingresa a la Facultad de Ciencias de la Salud Universidad de las Américas durante un período académico anual, trabajará con el mismo grupo social y unidad territorial durante toda su formación de pregrado, en un proceso que inicia con el conocimiento mutuo entre la comunidad y los estudiantes durante el primer año (fase de familiarización y sensibiliza- ción) y culmina con el diseño e implementación de un proyecto social orientado a mejorar la salud de manera integral (fases de jerarquización, dise- ño e implementación), comprendida como bien- estar biopsicosocial desde la definición actual de la OMS, pasando por un levantamiento diagnós- tico de las condiciones sociales y las necesidades detectadas y definidas por las personas que par- ticipan de esa comunidad (fase de descripción y levantamiento) (4). La primera generación estudiantil egresada con este modelo, lo hace el año 2016, momento en el cual se realiza la evaluación de proceso de la cual describiremos las principales conclusiones, defi- niciones tomadas al respecto y perspectivas futu- ras de desarrollo del programa de Intervención Comunitaria. participación de los actores universitarios clásicos. De tal modo, el barrio, al carecer de un enfrenta- miento sistemático que fomente su participación en las propias situaciones que le afectan, se vuel- ve más cercano a un escenario de aprendizaje que a un actor vivo y dinámico que co-labora en el proceso. Se devela, entonces, la necesidad de que la agenda del barrio y la comunidad marque los tiempos, ritmos y objetivos de la intervención. La Cohesión Social las redes sociales surgen como los principales desafíos que demandan una reno- vación epistémica y metodológica del quehacer en este área (8). Con el diagnóstico anterior, el programa genera una alianza con la corporación Cultural Arteduca, quienes desde el 2017 lideran y asesoran el trabajo territorial realizado en el programa, desde la perspectiva de las metodolo- gías participativas y la sociopraxis, realizando un acompañamiento continuo a las organizaciones sociales vinculadas, que funciona de forma para- lela al quehacer pedagógico estudiantil y que faci- lita procesos de diagnóstico y proyección barrial desde los mismos miembros de las comunidades. Luego, en relación al componente pedagógi- co, el diagnóstico realizado en 2016 mediante encuestas a estudiantes y docentes y análisis de Fortalezas y debilidades con distintos actores de la institución, muestra que existe una alta valoración de las potencialidades del programa y su sentido como marcador de sello profesional, entendiendo que se está ante una importante innovación peda- gógica que provoca cambios en la manera de vin- cularse entre los actores: aumentando la cohesión y la capacidad de trabajar en equipo entre estu- diantes y estudiantes, entre docentes y estudian- tes y entre docentes y docentes de la universidad. Pero también modificando la manera de enfocar lo disciplinar, siendo capaz de relacionarse mejor con los futuros usuarios. El trabajo con la comu- nidad permite que surja y se desarrolle un nuevo vínculo entre esferas anteriormente separadas, a través de un conocimiento cotidiano, personal y práctico (8). Pero destaca también, tanto en el discurso de los estudiantes como de los docentes y los directi- vos, la existencia de brechas metodológicas y con- ceptuales en la implementación del proceso tanto en aula como en el trabajo territorial directo. A nivel del trabajo en aula, los principales desafíos están en la capa institucional/docente, puesto que el desarrollo comunitario de la salud, demanda de un enfrentamiento metodológico desconoci- do para los profesionales sanitarios que ejercen como docentes y modelo a seguir, ocurriendo que EVALUACIÓN Y DESAFÍOS Durante el año 2016, coincidiendo con el egre- so de la primera cohorte estudiantil formada con esta línea curricular en la facultad de Ciencias de la Salud, UDLA, el Programa de intervención Comunitaria se somete a un proceso de auto y hetero evaluación, en el cual se analiza el proceso llevado a nivel de los componentes pedagógico, de investigación y territorial, desde instrumentos cualitativos y cuantitativos en los cuales se levanta la percepción institucional (estudiantes, directivos, académicos), se realiza una revisión conceptual y metodológica, conduciendo a la toma de decisio- nes para un proceso de mejora del programa y su implementación. Las principales conclusiones de este proceso evaluativo estuvieron orientadas a los componen- tes territorial y pedagógico, por ser los que hasta ese momento presentaban mayor desarrollo y vi- sibilidad. En relación con el componente territo- rial del programa, se releva que la centralidad del barrio en la intervención se encontraba con pobre sostén metodológico al responder a un diseño de colaboración centrado de manera casi exclusiva en las acciones estudiantiles, sin un correlato de acompañamiento paralelo que contribuya al desa- rrollo de las comunidades en independencia de la Villagra J. 78