Es el caso de Chile, cuyo sistema de atención
de salud se declara basado en la estrategia de
atención primaria, orientando el quehacer de
los equipos de salud en la red asistencial desde
el modelo de atención integral de salud. Este
modelo, que promueve una forma de gestión
con enfoque territorial, organizando los servi-
cios en redes y la prestación de atenciones de
salud con énfasis en la promoción de la salud y
prevención del daño, tiene como ejes de inter-
vención a las personas, las familias y la comu-
nidad.(1)
Para lograr alcanzar el funcionamiento desea-
do para el sistema, consolidando la estrategia
escogida, se vuelve necesaria también una re-
visión de la formación de los profesionales a
cargo de implementar las acciones sanitarias,
pues se demanda transitar de una perspectiva
flexneriana, que tanto rédito supuso a los in-
dicadores de morbimortalidad durante todo el
siglo 20 (2), hacia una mirada comprensiva que
integre la determinación social en su quehacer
cotidiano y sea capaz de lidiar con la inequidad,
como factor sustantivo en las condiciones de
salud de las poblaciones (3). El presente artí-
culo, desarrolla la experiencia de la Universidad
de Las Américas, Chile, a través del programa
de Intervención comunitaria (PIC), actualmen-
te en su sexto año de implementación académi-
ca a nivel curricular en la facultad de Ciencias
de la Salud, en la que se ha buscado sistematizar
una formación profesional en las carreras de
Kinesiología, Nutrición y Dietética, Enfermería,
Fonoaudiología y Terapia Ocupacional, orien-
tadas al desarrollo de las competencias que un
modelo basado en la atención primaria requie-
re, desde una perspectiva basada en el trabajo
directo y continuo de los estudiantes durante
toda su carrera, con comunidades en sus pro-
pios lugares de vida, ligando el aprendizaje a
esta territorialidad (4).
de efectividad en el abordaje de los emergen-
tes epidemiológicos y de eficacia en el gasto
público (5), demanda per se un giro procedi-
mental tanto de las instituciones sanitarias, que
deben reestructurar sus equipos, modificar sus
objetivos (complejizándolos) y recrear procedi-
mientos; como de los profesionales que se des-
empeñan en ellas. Todo esto, a fin de hacerse
cargo metodológicamente de las dimensiones
familiares, comunitarias y territoriales del com-
plejo salud-enfermedad, desde una perspectiva
centrada en las personas y fundamentada en la
participación social.
Respecto de los profesionales sanitarios, esta
modificación de estrategia demanda un cam-
bio en sus prácticas laborales para el cual, en
la mayoría de los casos, la formación universi-
taria no les preparó a cabalidad ya que el foco
ha estado puesto en otro sitio. Durante el siglo
veinte, la primera generación de programas for-
mativos para profesionales de salud centró sus
esfuerzos en sistematizar los currículums des-
de una alta base científica; y con una profunda
influencia desde el paradigma de pensamiento
cartesiano.
Ya para mediados de siglo, una segunda olea-
da curricular, nutrió lo anterior de nuevos ai-
res, incorporando fuertemente metodologías de
aprendizaje en base a problemas de salud. (2)
Ambos ciclos, consiguieron el objetivo perse-
guido de dotar a los profesionales egresados de
estas escuelas formadoras, de las herramientas
necesarias para combatir de manera efectiva las
demandas epidemiológicas que se les presenta-
ban para principios de la centuria, consiguiendo
la duplicación de la expectativa de vida de la
población al finalizar dicho período (2).
Pero estas dos “generaciones” de profesiona-
les sanitarios, se ven enfrentadas con el cambio
de siglo, a los desafíos que la vida moderna y
este aumento de la expectativa de vida conlle-
van: el perfil epidemiológico cambió nueva-
mente y por tanto los sistemas de salud debie-
sen hacer eco ante esta modificación. Es en este
punto que aparece la necesidad de una nueva
generación de profesionales, con las competen-
cias para liderar los procesos y enfoques que
el sistema sanitario de esta nueva modernidad
requiere. Para el caso del MAIS chileno, se tra-
duce entre otras cosas, en la necesidad de pro-
fundizar la praxis sobre la enfermedad desde
una perspectiva bio-sico-social con habilidades
concretas sobre el abordaje de las dimensiones
PROFESIONALES PARA EL MODELO
DE SALUD CHILENO
El estado de Chile, a través del ejercicio de
Reforma al sistema de salud el año 2005, optó
por seguir la indicación de la OMS de funda-
mentar su orgánica en la estrategia de atención
primaria de salud, instaurando el modelo de
atención integral en salud (MAIS) familiar y co-
munitario. Este modelo, que busca entre otras
cosas optimizar la atención primaria a nivel
Villagra J.
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