“Establecer y mantener contactos con los re-
presentantes de las comunidades del Distrito
para una mejor comprensión y solución de los
problemas locales de salud”.
“Establecer coordinación permanente y efi-
caz con las instituciones públicas, privadas y de
la comunidad que de alguna manera participen
en la solución de los problemas de salud del
Distrito, propendiendo a la utilización racional
de los recursos”.
“Fomentar las investigaciones que sean nece-
sarias para elevar el nivel de salud de la comuni-
dad con los recursos disponibles y los que pue-
dan obtenerse de forma adicional”.
“Colaborar con las instituciones docentes en
la práctica programada en el Consultorio, pro-
porcionando a los estudiantes la oportunidad de
enfrentarse a situaciones reales y concretas, que
les permitan aplicar sus conocimientos teóricos
y obtener conclusiones de carácter general”.
“Mantener sistemas de evaluación cuantita-
tiva y cualitativa del Programa del Consultorio
Distrital”.
En el Capítulo correspondiente a la jerarqui-
zación de problemas, define como prioridades
la morbilidad materno infantil y del adulto, los
controles de salud y la higiene ambiental. Señala
además que “los problemas socio económicos
y socio culturales no pueden ser jerarquizados
pues constituyen el telón de fondo de los proble-
mas enunciados”.
En cuanto a la higiene ambiental señala “el
equipo del consultorio considera el programa de
higiene ambiental como básico debido a la mag-
nitud del problema y a la repercusión que tiene
sobre la población en control. Sin embargo la
organización actual de la oficina dificulta en la
práctica la integración de las acciones de higiene
ambiental con las del resto del programa general
del Consultorio”.
“Se estima conveniente para una primera etapa
perfeccionar los mecanismos de coordinación
entre el equipo de salud del consultorio y los ins-
pectores a cargo del distrito. Posteriormente…..
se podría llegar a la descentralización de las accio-
nes y a su integración efectiva en el Consultorio
Distrital”.
Se estima que los Inspectores Sanitarios de-
ben integrarse a las reuniones técnicas del
Consultorio.
Otro aspecto de interés en el Programa es la
sectorización de las actividades. “Cada sector
estará a cargo de un equipo de salud local com-
puesto por profesionales y auxiliares, quiénes
Infante A., et al.
designan libremente un coordinador que los re-
lacione con la unidad directiva del consultorio”.
Hay otros elementos de interés como la de-
manda por una descentralización presupuestaria;
la presencia de una enfermera, “triadora” en los
términos de hoy, para impedir que una persona
en situación de riesgo quedara fuera de la con-
sulta médica; una investigación que profundizara
principalmente en aspectos sociológicos de la
comunidad y también un estudio de la epidemio-
logía de las defunciones materno infantiles.
Como se puede apreciar se trataba de un con-
sultorio que buscaba una mirada integral del pro-
ceso salud enfermedad, con énfasis en el trabajo
de equipo, la participación y el acceso oportuno.
La experiencia de Quinta Bella sirvió para que
el nivel central del SNS recomendara esta for-
ma de hacer las cosas. Sin embargo “la revolu-
ción participativa” no se extendió en salud tanto
como en otros sectores, llegando a constituirse
más de 19 mil organizaciones de base en todo el
país, malla organizacional que se ha mantenido
con altos y bajos a lo largo de todos estos años.
Del trabajo intenso en el nivel local surgen
críticas e ideas para hacer efectiva la participa-
ción en salud. Se critica y se pide modificar el
Reglamento de Organismos Locales de Salud
(Decreto 250), por estar alejado de la realidad y
porque los Consejos que forma son presididos
por funcionarios del Gobierno Interior, dejando
poco espacio de flexibilidad e innovación local.
Los Consejos que propone no son representa-
tivos ya que llegan principalmente a nivel del
hospital del Área, sin relevar la existencia de los
consultorios. Propone en cambio vincularse a
los centros de madres por la sensibilidad de esa
audiencia y el creciente éxito en la constitución
de éstos. Se fomenta el involucramiento de todo
el equipo de salud y no sólo de las asistentes so-
ciales. A través de ciclos educativos en salud el
equipo se aproxima a la población y a sus nece-
sidades, constituyendo Comités de Salud en las
diversas poblaciones y teniendo como objetivo
final el Consejo Distrital de Salud(5).
Es interesante observar cómo este dinamis-
mo participativo desafía la estructura y organi-
zación del SNS. En un documento presentado
al Seminario sobre atención médica ambulato-
ria de Mayo de 1968, el Dr. Hevia reclama: “son
los consultorios unidades ejecutivas básicas o
simples apéndices de los hospitales?”(6). En su
propuesta insiste sobre las particularidades del
nivel local; la necesidad de conocerlo en pro-
fundidad; su crítica a la imposición normativa
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